Wings: El Pecado De Un Angel[YoonTae 💕]

†007†

Corría por las calles solitarias de aquella noche, sabía que era mala idea seguir a Lalisa y a Hirai Momo, demonios que algo se lo decía desde el día anterior, pero claro que no le hizo caso a aquella campana de peligro que se activo desde el día anterior, el y su tonta lealtad de Amigos.

La sangre en su brazo y su pierna no se detenía, tampoco aquel Ente lo paraba de seguir, si bajaba tan solo un momento la velocidad sentía que lo atraparía, y definitivamente eso no era bueno, era una buena opción suponiendo que Jungkook apenas se enterará lo mataría, pero no quería ser devorado por aquella cosa.

La idea de Momo de separarse y tomar diferentes caminos, a su parecer, no estába dando buenos resultados.

Más por qué los tres estaban heridos, momentos como ese desearía haber hecho el trato con algún familiar y ya hubiera podido ayudarles, pero solo Lalisa tenía uno.

—Maldita sangré —Murmuro viendo algo borroso su camino, sabía que estaba perdiendo demasiada sangré en esos momentos, más por qué igual iba dejando un rastro de esta por dónde pasaba.

En algún momento tropezó y se volvió a levantar lo más rápido que pudo, pero no había sido suficiente para ese momento volvía a sentir que caería de nuevo.

Se sentía mareado y su respiración estaba agitada a más no poder, esa cosa se detuvo a unos cuantos pasos de el, vio como Pasaba su lengua por sus dientes hambriento de hacerlo pedazos y acabar comiendo su Alma.

—Ah...—Cerro un momento sus ojos sintiendolos aún más pesados que antes.

En algún momento se puso a pensar en Jungkook el cual no había aparecido en días desde que fue a hacer ese viaje de “Trabajo”, se iba a quedar solo...

Sus piernas no resistieron más su propio peso y su cuerpo y la sangre derramada  a su alrededor, eran demasiado para él.

El sueño de apoderó de él....

Abrió los ojos derrepente acostumbrándose a la luz de la ¿tarde?, Seguido de eso se reincorporó y vio a su alrededor casi de inmediato, estaba en una habitación que no era la suya, y por supuesto en una cama que tampoco era suya, vio a sus alrededores notablemente confundido.

—¿Estoy vivo? —Se Pregunto de inmediato, tocó su rostro, en efecto sus mejillas estaban calentitas, dudaba que ese fuera el interior de esa cosa que lo perseguía la noche anterior.

Notandolo más de cerca, estaba en un lugar que no conocía, era una habitación sencilla y ordenada, una cama matrimonial, un mueble a un lado de esta, una ventana que daba vista afuera y por donde la cual daba la luz de la tarde, una silla a lado de la cama en la cual había un poco de ropa, tres puertas, una suponia era un closet, la otra el baño y la última, la salida que daba a las demás casa, suponía que era una casa, claro.

—Si, lo estás —Respondió una voz algo ronca y grabé, a dónde estaba la ventana, vio de inmediato a esa dirección espantado, ¿En qué momento había llegado ese hombre ahí?

Era un hombre pálido de cabellos gris plata, ojos negros como la noche, labios rosados muy bonitos por cierto, y unos ojos que le recordaban a los de un gato, no traía puesta una playera dejando ver su abdomen marcado sin exagerar, solo levemente marcado y solo usaba un pantalón negro ajustado y algo roto de algunas partes de las piernas, ni siquiera llevaba zapatos.

Su vista viajo hasta caer en cuenta de unas alas negras como el petróleo o el carbón que parecían ser parte de el cuerpo de el pálido... Y de inmediato sus ojos se abrieron indicando que estaba más que espantado.

—Hijo de la gran —Retrocedió en la cama espantado hasta caer de espalda en el piso —Ah...Ah...—Y claro que se lastimó.

Y es ahí en dónde se dió cuenta de la ausencia de ropa en su cuerpo, en verdad ni siquiera sus calcetines llevaba puestos.

Se llevó una mano a la parte lastimada de su espalda, tocándole y de inmediato un gemido de dolor salió de sus labios, genial, no está muerto pero si estaba en la habitación de un jodido angel caído o demonio, en algún lugar de el infierno, eso le pasaba por desobediente.

El de cabellos plateados se subió a la cama para ver desde su lugar a TaeHyung el cual solo lo cubría la sábana que le había colocado y la cual se había llevado con el al momento de su caída.

Sonrió de lado, y viendo a el menor tirado en el piso desde su lugar en la cama.

—Oye sabes, de verdad amo tus gemidos, pero en serio —Dijo aquello como si hablara de el clima, el rostro de el menor en la habitación se puso tan rojo como su cabello —Deberías de levantarte de el suelo antes de que no pueda resistir y hacerte eyacular una y otra vez.

¡¿Que demonios?! Genial, no lo había matado esa cosa de el día anterior pero si que iba a ser violado por un desgraciado angel caído, demonio, Incubo o lo que sea que sea el hombre pálido.

Se levantó corriendo sin importarle el dolor y en dirección a la puerta que suponía daba a la demás casa o al infierno cualquiera de las dos opciones, así sin importarle que estaba desnudo, buscando una salida de el lugar.

Corrió y corrió pero por más que lo hacía y adónde quiera que se escondiera el pálido siempre se interponia en su caminó, hablando que tratará de tomar otra ruta de escape, el muy desgraciado se estaba burlando de el y si que lo estaba disfrutando.

Corrió y dió la vuelta una vez mas y se tropezo contra el pálido callendo de nuevo a el frío suelo, el pálido, el cual ni se inmutó por el impacto simplemente se limito a sonreír de nuevo.

—De verdad que eres tonto —Dijo divertido, TaeHyung retrocedió intentando escapar de el de cabellos plata una vez mas, el palido se inclino hacia el y lo levantó.

La mano de aquel demonio en su cadera y sus dedos rozando sus labios y a la vez acariciandolos, no hicieron que dejará de tener algo de miedo.

—Sigues siendo igual de hermoso que antes —Se acercó a el oído de el menor para después murmurarle —No sabes cuánto te busqué.

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N/A:

Vaya YoonGi, este me salió muy diferente a el otro 😐😐😐, por favor comenten que les pareció este encuentro entre estos dos😜😗.