Diez

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—¿En qué estabas pensando exactamente?

Me escuchaba como mi padre cada vez que iba a recogerme a alguna fiesta y yo terminaba más drogado que lúcido.

—Hoho, te voy a preguntar una cosa —dijo arrastrando sus palabras.

Desde que se cayó en el medio del patio de aquel lujoso lugar, estuvo llamándome Hoho. Está muy borracho que no tuve otra opción más que sacarlo de allí, se paso todo el camino recostado en el asiento como si le costará existir.

—A ver, ¿qué cosa?

—¿Eres gay?

La pregunta me tomó por sorpresa pero no le tome mayor importancia, después de todo, había hecho peores cosas estando en su condición.

—Sí, lo soy —dije simplemente—. A qué viene esa pregunta.

Se enderezó y se me quedo viendo fijamente, yo no pude voltear a verlo más que de reojo ya que no quería sacar la vista del camino y causar un accidente.

—Sabes, soy bisexual, es casi como un as bajo la manga cuando no quieres decirles a tus padres que te gustan los chicos, porque, te gustan las mujeres pero también los chicos —empezó a hablar de la nada, arrastrando las palabras, continuó—. Pero cuando mi padre me envió lejos a estudiar una mierda de carrera para seguir con su mierda de vida me encargue de explotar mi hermoso culito, quiero decir, mi sexualidad.

No está bien, Hoseok, no está bien, no te imagines a tu puto jefe arriba de alguien, no te imagines a tu maldito jefe arriba tuyo.

Cielos.

—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —pregunte.

—¿Te gustaría explorar tu sexualidad conmigo?

Sí.

No.

Sí quiero.

No está bien.

Analicemos. Tú jefe el palo te pide que te acuestes con él, diría que no, debería decir que no, vamos a intentarlo.

—Estas borracho y no soy ese tipo de hombre —dije sonando muy estúpido, hace unos años atrás lo hubiera hecho sin pensarlo dos veces, ¿qué es exactamente lo que me detiene ahora?

—Eres un maldito correcto —bufa —, estoy lo suficientemente ebrio para saber lo que hago —hizo un pausa—, digo sobrio.

—Si todavía sigues con esa idea por la mañana con gusto haré lo que mi jefe ordene pero no pienso tocarte ahora —no te metas en cosas que no vas a poder seguir.

—Dalo por hecho.

En eso término la conversación, apenas llegamos al edificio pasamos por el bar que se encontraba muy activo como todas las noches y subimos forzadamente las escaleras. Chae a cada segundo se soltaba de mi agarre para ir al centro del bar y bailar, ya hasta era gracioso verlo así.

Cuando estuvimos arriba recordé que yo no tengo idea de donde carajos duerme el joven Chae, solo conocía su despacho, jamás hablamos de su cuarto.

—Joven Chae —lo llame, él estaba a medio pasillo tarareando una canción que no logre distinguir.

—Que sexi suena eso —dijo riendo—, juguemos al amo y al sirviente.

Se acercó a mi a pasos torpes y me abrazo por el cuello juntando nuestras frentes, otra vez esa descarga de electricidad que iba hasta la parte inferior de mi estómago, lo separe un poco de mi para verlo a los ojos.

—No vamos a jugar a nada —aclare—, dime dónde duermes, dónde está tu habitación.

—Está a dos cuadras de aquí, mi cama está demaciado lejos —hizo puchero.

Mierda, claro, él tiene su propio apartamento y por eso nunca lo había visto en el edificio yendo a dormir. Me propuse a sacarle la dirección pero él no quería ir a su apartamento, decía estar muy cansado para caminar aún cuando le repetía que tenía el auto estacionado abajo, él se negó rotundamente a decirme su dirección.

—Dormiras en mi cama entonces —dije resignado.

—Sí —hablo firme como si estuviese esperando a que le dijiera eso.

Lo lleve a la habitación, le tuve que ayudar con los zapatos y su saco, él seguía sacándose la camisa y desprendiendo los botones de su pantalón.

—No, no, no —lo detuve— ¿Qué haces?

—Es más sano dormir sin nada —me miro extrañado, como si fuese algo obvio.

—Hoy no —dije rápidamente.

Lo empuje a la cama, la acción lo tomó por sorpresa pero luego sonrió y me arrepentí de haberlo hecho de esa manera, bueno, no exactamente.

B&N |HyungWonHo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora