POR UNA PROMESA ETERNA ©[TERMINADA]✔️

24."Nadie me castiga sin que yo lo disfrute."

Irina

Soy la puta ama.

Llevo una semana repitiéndome esa frase, cada día me siento más empoderada.

Sonrío ante el espejo mientras pinto mis labios con un rojo intenso. Trato de disimular mis ojeras cómo puedo, estoy bastante cansada por lo de anoche, pero no me arrepiento en absoluto porque era lo que quería después de un mes de tantos juegos.

Me caliento solo de recordarlo:

Sus brazos fuertes estrujándome contra la pared, embistiéndome cada vez más fuerte mientras me miraba a los ojos. Ambos sabíamos muy bien qué era lo que queríamos y deseábamos, lo demostrábamos con los gemidos y jadeos que salían de nuestras bocas y con su sonrisa cada vez que yo gimoteaba como una zorra.

Curvo los labios, definitivamente la noche fue intensa. Otra noche más siendo la reina del juego.

—Venga, ninfa de los bosques. Que llegamos tarde.

—¿Cómo me has llamado? —río.

Se coloca detrás mío y me arregla los pequeños rizos que se han formado en las puntas de mi cabello.

—Ninfa de los bosques. Tus ojos son propios de una de ellas.

—¿Y por qué de los bosques? —inquiero.

—No sé, ¿prefieres otra cosa?

me quedo pensativa durante un par de segundos. Si realmente fuera una ninfa, tengo muy claro de que me gustaría ser.

—De los lagos. Me encantan.

—De acuerdo, ninfa de los lagos. Estás preciosa —dice Crystal acabando de arreglar mi pelo.

—Gracias. Tú tampoco estás mal —confieso.

Sonríe y vuelve a irse junto a Eve para hablar.

Llegados a este punto, estamos a mediados de diciembre y me arrepiento. Me arrepiento de haberla juzgado tan mal solo porque se follaba al cabronazo de Mark. Crystal es una persona muy educada y amable a la que hemos podido integrar al grupo sin ningún problema.

—Vale, Alice dice que no va a poder venir porque se encuentra fatal. Así que solo seremos cuatro —informa Eve acercándose a mí.

Todas asentimos y yo termino de abrochar mis tacones.

—Venga, zorrón de los lagos, eres más lenta que mi cerebro —bromea Marina y todas reímos.

—Es ninfa, no zorrón —aclara Crystal.

—Es mi mejor amiga, como si la quiero llamar hija de la grandísima puta —se excusa Marina.

Lo peor es que tiene razón, en Marina veo a la hermana que me habría gustado tener.