POR UNA PROMESA ETERNA ©[TERMINADA]✔️

37."Has implicado a más personas."

Mark

Esto es humillante.

Doblo ropa mientras hago un gran esfuerzo por no romper la tela para ahogar la rabia que cargo en estos momentos.

Llevo casi dos putas semanas aquí y ya quiero que se vayan todos a la mierda.

Llevo exactamente trece jodidos días obedeciendo las normas e indicaciones del hijo de la gran puta de Axel.

Intento calmarme pensando que solo me queda un día aquí, ya casi paso todas las prácticas.

Creo que es la primera vez en la vida en la que me arrepiento de haber escogido mi carrera.

Es penoso.

¿Cómo puede Irina aguantar a Axel?

Definitivamente, tras lo que nos sucedió, ninguno volvió a ser el mismo.

Ojalá se solucione pronto.

Y para añadir más, creo que Irina se ha vuelto a enfadar, ni siquiera lee mis mensajes.

Cierro la puerta del armario con tanta fuerza que acabo hiriéndome la mano derecha.

No mido mi rabia cuando me ocurre esto, cosa que hace que siempre acabe con una lesión.

¡Joder!

Sacudo mi mano y la llevo a mi boca para apaciguar el dolor.

—¿Necesitas ayuda con eso? —Una voz atrevida me hace dar la vuelta.

La que faltaba.

—¿Qué haces aquí? —Eve se pasea con chulería por la habitación.

—Bueno, tenía que asistir a un evento, entregar unos documentos y me he dicho: ¡Voy a hacerle una visita a mi hermanastro, que me quiere con locura! —Dice con énfasis.

—Por supuesto —digo rendido, no quiero pelear.

—¿Tienes el día muy ocupado hoy? —Se sienta en la cama.

Termino de arreglar las prendas mientras pienso.

—Tenía planeado quedarme aquí para maldecir a todo el mundo, pero si te aburres, podemos hacer algo —propongo sin ganas.

—Podríamos hablar, salir por ahí.. Ya sabes, como en Nueva York —toma un mechón de su pelo y lo enreda en su dedo.

Río por su propuesta.

—Ni loco vuelvo a salir yo contigo, en menudo lío nos metimos.

—Sí, pero gracias a mi gran idea ahora somos hermanastros —sonrío y asiento.

Mejor no recordar todo lo que sucedió, sería demasiado cruel de mi parte, todos acabamos sufriendo, pero Eve, la que más.

—Hoy tengo que asistir a una pequeña clase de prácticas, la última. Y la verdad, no tengo ganas de aguantar las instrucciones de un imbécil.