17."Nos quemaremos con gusto."

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Mark

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Mark

Definitivamente me estoy volviendo jodidamente loco.

No debí volver a Seattle

No debí debilitarme de esta manera.

No debí volver a verla.

No soy el mismo que era antes, hay algo que me atormenta y no me deja disfrutar como es debido.

Ni siquiera la boca de Crystal es capaz de distraerme un poco de mis pensamientos.

—Mark, ¿qué te pasa? —me pregunta Crystal mirándome desde abajo—. Nunca te ha pasado esto, al menos no conmigo.

Vuelve a agarrar mi hinchado miembro entre sus manos y lo lame de arriba a abajo. De nuevo, se lo mete en la boca y empieza a subir y a bajar con desesperación. La erección no hace otra cosa que aumentar de tamaño, pero nada más, Crystal ralentiza sus movimientos, esperando la eyaculación que no llega.

De verdad que es lo que más deseo, terminar ya de una vez, pero no puedo. Nunca me había pasado esto, me está llegando a doler por la insistencia de Crystal, su boca solo es una dulce tortura.

Vuelve a acelerar los movimientos, pero la detengo y la aparto.

—Crystal, ya es suficiente. Llevas veinte minutos intentándolo, pero hoy no me encuentro muy bien. Será mejor que lo dejemos para otro día.

—Pero Mark, ¿qué prisa hay? Déjame conseguirlo, si no lo logro, me sentiré mal —me mira preocupada.

Tomo aire y apoyo las manos en el colchón, me siento muy incómodo con esta situación.

Crystal trata de buscar apoyo en mis rodillas cuando se queda pensativa durante un instante.

—A lo mejor esto puede ayudar —dice cuando se lleva las manos al broche del sujetador, dispuesta a despojarse de la prenda.

Tres golpes en la puerta nos sobresaltan.

—Toc, toc, Kelly llamando a los supuestos buenos amigos. No sé lo que estáis haciendo, ni quiero saberlo, pero me lo imagino. Será mejor que os vistáis, Nath ha llegado ya —avisa la voz aguda de mi hermana.

Joder, Kelly, te debo una, te adoro.

—Crystal, arriba. No creo que a Nath le haga gracia ver a su hermana pequeña chupándole la polla a su amigo.

—Joder... está bien —dice y empieza a ponerse la ropa que había tirado por el suelo.

Me arreglo los pantalones, tratando de ocultar la gran erección.

—¿Qué vas a hacer con eso? —pregunta señalando el bulto que se dibuja a través de los pantalones.

—Lo arreglaré solo más tarde —digo y me levanto.

Crystal intenta fingir la decepción.

—¿Solo?

—Sí, ¿hay algún problema?

POR UNA PROMESA ETERNA ©[TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora