POR UNA PROMESA ETERNA ©[TERMINADA]✔️

16."Tú ya tuviste una luna en el pasado."

Irina

El agua cálida se desliza sobre mi piel, calmando los nervios acumulados.

Ha sido una semana normal con un poco de intensidad. He tenido que hacer una especie de "tregua" con Mark, ya que la profesora de la optativa nos pilló discutiendo y nos hizo hacer las paces. Si no lo hacíamos, teníamos la asignatura suspensa.

Me cae muy mal esa profesora, se cree que está enseñando a niños de tres años, cuando en realidad tenemos más de veinte.

Nos obligó a darnos un abrazo y un beso en la mejilla, de ser posible, la habría matado.

Intento olvidarme del tema, al fin es viernes y puedo relajarme un poco. Empiezo a enjabonar mi piel, pensando en lo que tengo pensado hacer este fin de semana. Nada interesante, la verdad.

He quedado con Nath esta tarde para hablar, y pensándolo bien, tengo un examen importante la semana que viene, así que creo que emplearé mi tiempo libre en estudiar.

Alzo mi mano clavando mis ojos en el tatuaje que adorna el inferior de mi antebrazo, cerca del dorso de la mano.

Precioso, me lo hice esta semana y no puedo estar más contenta. Son una alas de ángel las cuales representan tranquilidad y paz.

Paz, eso es lo que necesito yo en estos momentos.

Este es el segundo tatuaje que me hago, hacerlo dolió mucho menos que el primero, ya que el primero me lo hice en una zona que entra en contacto directo con un hueso.

Bajo la vista hacia el lado izquierdo de mi pelvis, ahí es donde se localiza el primero. Deslizo los dedos sobre él, dibujando su contorno.

Todo viene a mi mente en cuanto lo acaricio.

Lloros, sufrimiento, el corazón partido en dos, y esa fecha que siempre recordaré, la cual me dejó marcada para una eternidad. Como ya la tenía grabada en mi mente, decidí grabarla también en mi piel. ¿Me arrepiento? En absoluto.

Clavo los ojos en la tinta negra.

SAFE INSIDE.

Nunca me plantee tatuae el título de una canción, pero el día que la escuché junto a una persona me di cuenta de que debía llevar su significado en mi piel.

Finalizo mi ducha y envuelvo mi cuerpo en una toalla.

Me distraigo mirándome fijamente en el espejo, observando todo lo que he cambiado desde que me hice ese tatuaje, hace dos años. Mi cuerpo ha cambiado, ahora soy una mujer completamente desarrollada, no tengo esos rasgos de niñata que tenía.

Agarro mi móvil de la estantería y apago la música que suelo poner para ducharme. De pronto, veo que me está llamando Nath, no tardo ni un segundo en descolgar la llamada.

—Hola, ¿estoy hablando con una rubia adorable? —preguntan desde el otro lado de la línea.

Me hace sonreír, Nath siempre ha tenido ese don.