-Alessa, déjame entrar por favor -Se escuchaba la preocupación de papá en su voz -Por favor mi niña, no has salido de tu habitación desde que llegaste, y no creas que no vi lo rojos e hinchados que traías los ojos cuando entraste luego del colegio -para ser el rey de la mafia Rusa tenía mucho tiempo para estar perdiendo aquí. Me levanté y quité el seguro de la puerta para que pudiera entrar
-Sabes bien que tengo las llaves de cada cuarto, pude haber entrado desde hace media hora en vez de estar parado atrás de esa puerta-dijo sonriendo mientras cerraba la puerta tras suya y verme -Qué pasó princesa? -dijo acercándose. Asumo lo mal que me veo cuando se sienta en el borde de la cama y acaricia mi cabello.
-Jason y yo terminamos papi. Siento como si no hubiera valido la pena cada minuto que pasé junto a él, como si mi amor no fue suficiente, como si no hice lo necesario para que pudiera quedarse conmigo.
-Princesa, tienes solo 18, no es el fin del mundo. Tienes que entender que es normal que las relaciones así terminen, no tienes que preocuparte por lo que diste y lo que hubieras querido cambiar, ya nada se puede hacer, el hubiera no existe dicen -y hace comillas mientras dice lo último.
-Pero no terminamos solo porque sí papi -sorbo mi nariz -él me engañó con una cualquiera de su clase, cuando le pregunté me lo negó a pesar de que yo tenía las pruebas y cuando se las enseñé solo se quedó callado -Pude ver como mientras iba hablando la mirada de mi papá se endurecía y se veía el fuego en sus ojos.
-¿Quieres que le hagan entender que nadie se mete contigo? -dice y asiento limpiando mis ojos -Todo lo que mi princesa quiera -pasa su mano por mi mejilla llevándose algunas lágrimas con su pulgar -Pero levántate ya de esta cama y ve a comer algo. Claudia te preparó hoy esa cosa de mariscos que tanto te gusta y se quedó algo triste al ver que no bajaste a comer -dice mientras me hace el largo cabello negro hacia atrás.
-No tengo hambre, quiero dormir -digo cuando él se empieza a levantar de la cama. Al escuchar lo que dije se volvió a sentar y dirigió de nuevo su mirada hacia mí
-Tienes que comer -y niego de nuevo con la cabeza -está bien ¿Qué quieres? Te puedo dar otra tarjeta -Sonríe -Faltas mañana a clases y van de compras con esa amiga tuya -dice refiriéndose a Bianca y niego con la cabeza de nuevo mientas jalo una colchita y me tapo hasta el abdomen -¿y si se van de viaje? a cualquier lado, no importa -vuelvo a negar -Cariño, me la estás poniendo difícil hoy, vamos, tiene que haber algo que quieras.
-Acepto no ir a clases mañana, pero no saldré de mi habitación, déjame hundirme en la miseria de ser la novia engañada -digo agregando un poco de drama mientras dejo más lagrimas correr por mi rostro.
-Alessa, no te vas a hundir en la miseria ni nada -me dice y veo una luz en sus ojos - ¡Ya sé! -dice tronando los dedos -Alessa si no aceptas esta oferta te será tu madre la que venga sacarte de esta cama y de tu habitación -Hago una mueca recordando la última vez que me sacó de mi habitación casi a rastras -Te digo esto porque sé que tú eres la mejor en esto. Quiero cerrar un trato con Lucas Hammond pero no estoy seguro de sea conveniente ¿quieres ir por mi y cerrar ese trato? Sé lo mucho que te encanta meterte en estos asuntos y sé que si algo no te parece o te da desconfianza no se hará -me sonríe y veo a lo lejos, un poco de orgullo en sus ojos al verme.
Sonrío como el gato de Alicia en el país de las maravillas, el cual jamás me aprendo su nombre y mi papá ríe conmigo -acepto, pero esta vez me tienes que hacer caso -digo mientras el asiente y no deja de acariciar mi cabello
-prometido -dice mientras se levanta y hace su camino hacia la puerta -Ahora, peina ese nido de pájaros que tienes en la cabeza, lávate la cara y bajas a comer, es una orden -Asiento.
Vaya, esto fue más fácil de lo que pensaba, al fin de al cabo, una de mis materias extracurriculares era actuación y no por nada era una de las mejores. Sí, Jason me engañó, fue una relación de dos años, pero tanto él como yo habíamos sido infieles, en los pasillos del colegio se decía que manteníamos una relación abierta y era algo así. Jason fue el primero en engañarme y esa vez mis lágrimas si que fueron reales, después de llorar una noche entera y no poder pegar ni uno minuto los ojos en la casa de Bianca decidí que debía dejar de darle importancia a un idiotas como Jason, así que dejé mis sentimientos a un lado e hice lo mismo que él me hizo y así continuamos hasta el día de hoy. Creo que me cansé de la fama que él tenia de ser el novio de la Princesa Roja, ya que era por lo único que seguía conmigo.
Me levanto de la cama y me dirijo a la ducha, pongo música en los altavoces mientras siento como el agua tibia relaja todos mis músculos. Canto, bailo mientras el agua hace su magia. Salgo, cojo unas bragas y una camisa grande del clóset, cepillo mi largo cabello hasta el inicio de mi cabello, aplico las cremas y perfumes a mi cuerpo y bajo a la cocina. Una sonrisa sale de mis labios, los Hammond no están listos para conocer a la princesa Roja.
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Princesa Roja
Teen FictionAlessa Ivankov es la princesa de la mafia Rusa, hija de Frederick Ivankov "el rey" como todos le conocen. A diferencia de su padre, Alessa no es reconocida por nadie en la calle a menos que escuches su nombre o como la llaman. Entrenada para ser l...