Mein Seelenverwandter

Pasión

Advertencia: Lime (temas adultos). Así que niños, fuera de aquí.

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¿Quieres que perder un tiempo a solas esta noche?...

La luz se adentraba a su amplia habitación sacándolo de su sopor, se talló los ojos y se incorporó con lentitud, observó el reloj dándose cuenta que aún no sonaba su despertador, mientras se arreglaba notó que aún estaba ahí el llavero de peluche que su amante había dejado desde hace varias noches. El hombre pensó en que debía de hacer con él, si regresárselo o deshacerse de él, incapaz de decidir lo dejó nuevamente sobre el buro y salió de su departamento.

Mientras conducía hacia su trabajo, el hombre pensaba en todo lo que tenía que ver con aquella mujer que últimamente no veía y eso le molestaba. Levi Ackerman nunca fue una persona capaz de sostener relaciones formales, por lo que prefería simplemente enrollarse con alguna conquista de una noche y olvidarla al día siguiente; más ella había superado sus expectativas y la había invitado en otras ocasiones, formándose entre ellos un vínculo de amantes de alcoba que él disfrutaba mucho... hasta hace tres semanas que hizo una estupidez.

"—¿Ya te vas? —le cuestionó a la mujer que se vestía con prisa

—Tengo unos asuntos pendientes en la escuela —respondió sin verlo

—Ya esta por amanecer —le señalo el hombre que aún estaba recostado —puedes quedarte a desayunar

La chica volteó a verlo, y a Levi le incomodo ver esos ojos ámbar llenos de incredulidad. —No tengo tiempo —fue la contestación de la chica quien salió disparada de la habitación, olvidando su llavero con forma de conejo."

No tengas miedo del mañana, sólo toma mi mano...

Ackerman nunca se había sentido así por una chica y menos había encontrado a alguien que mostrara fascinación por él, por eso cuando conoció a Petra Ral, fue una verdadera conmoción en su corazón. Él no quería entrar en una relación y salir a citas y hacer todas esas cosas cursis que veía que sus amigos hacían, por lo que no correspondió a la pelirroja, no obstante a su recóndito inconsciente le agradaba ser admirado por una chica tan bella como Petra. A sí que para calmar su confusión le propuso que simplemente compartieran la cama para satisfacer sus necesidades sin ningún sentimiento de por medio. Y ella aceptó.

En un principio fue algo incomodo y bochornoso, la inexperiencia y timidez de ella sumado a su brusquedad y premura le complicaron la sesión, pero cuando ella comenzó a acoplarse y él fue menos rudo, las cosas tomaron un rumbo más candente. Ella le preguntó sus preferencias para poder mejorar la próxima vez, y esto desubicó a Levi, pues no gustaba de hablar de sus gustos y por un momento pensó en botarla. Pero no pudo y le contó a medias lo que le gustaría hacer en la siguiente sesión.

Voy a hacer que esta noche te sientas mucho mejor...

Sus primeros encuentros no fueron más que practicas de posiciones y ritmos, pero aún así fue increíble disfrutar los distintos ángulos y velocidades que podían alcanzar. A pesar de que eso es lo que hacía con sus demás conquistas, Petra resultó ser muy adictiva, tanto, que él que evitaba los besos y los orales, acabó sucumbiendo ante sus dulces labios.