Mein Seelenverwandter

Familia

Notas: las letras en cursiva son parte de la letra de la canción

Advertencia: Leves SPOILERS del manga

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Y no nos importaba nada...

Familia. La asociación de personas unidas por lazos sanguíneos, siendo el núcleo de la sociedad. Aquel primer grupo al que pertenece una persona cuando llega al mundo. Y aquel conjunto de gente con quien se comparte experiencias y vivencias en pos de formar a un individuo.

La familia Ackerman no solo era eso, sino que además era un grupo orgulloso de sus raíces, los fieles y fuertes caballeros que sirvieron a los reyes de antaño. Los más temidos en varias partes del antiguo reino de Eldia y aquellos que alguna vez formaron un clan numeroso. Actualmente la familia Ackerman solo se limitaba a cinco miembros, aunque esas personas eran suficientes para seguir guardando con recelo su linaje.

El mayor de todos, Abraham Ackerman, general retirado con honores, sirvió a su patria con fervor durante cincuenta años, ahora solo quedaba un anciano cascarrabias que se quedaba dormido sentado. El actual líder de la familia, Kenny, servía como parte del servicio de guardaespaldas del presidente Uri Reiss y se dice era su mano derecha, por lo que casi nunca se hallaba en casa. Seguía Kuchel, quien ejercía de matriarca de la familia en ausencia de su hermano, una mujer madura y hermosa, quien en su juventud había aprovechado su belleza para manipular a su antojo a varios hombres de negocios haciéndolos hablar para los servicios secretos del país. Su hijo Levi, un treinton de baja estatura con habilidad para el combate, se dedicaba al espionaje en un grupo prestigioso llamado "Legión de Reconocimiento". Y por último, la más joven, Mikasa, la única mestiza, quien nació de la unión romántica y estratégica de su padre con una integrante de la prestigiada familia Azumabito de Hizuru, lamentablemente ella quedó huérfana a los siete años, por lo que pasó al cuidado de sus tíos.

Los Ackerman como tal mantenían las tradiciones y la vanidad, por lo que se daban aires de superioridad y no se mezclaban con cualquier persona, sino que esta debía ser primeramente confiable y después pasar una serie de exigentes requisitos, para poder considerarlo amigo.

Así, que cualquier intruso que quisiera acercarse, debía ser evaluado por todos los miembros de la familia para darle el visto bueno. Realmente este tipo de situaciones eran raras, la última vez que eso ocurrió fue cuando Gerhard Ackerman se comprometió con Kumiko Azumabito, hace diecinueve años.

O al menos hasta que Mikasa encendió las alarmas nuevamente.

Y la gente en todas partes piensa algo mejor de lo que soy....

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¿Te das cuenta? ¿Lo sabes?...

La Ackerman más joven tenía una obsesión por el helado, aún así no comía otro que no fueran los del local 121 del gran centro comercial. Uno de esos días, en que había ido por su postre, encontró algo que llamó su atención desmesuradamente. Haciendo gala de sus dotes de futura espía, siguió al hombre de cabellos negros que conocía bastante bien, aunque esta vez se veía extraño, bastante formal y arreglado como para solo salir a dar un paseo; a eso le sumaba que miraba su reloj de pulsera cada dos minutos como si estuviera esperando a alguien.