Redención (RT 3)

88 6 0
                                    

Tema: Demonio

Advertencias: Espiritualidad

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Dómine, quam multi sunt qui tribúlant me

multi insúrgunt adversum me.

Multi sunt qui de me dicúnt:

"Non est salus ei in Deo."

Las velas danzaban a muerte contra el viento que lograba colarse a la habitación, iluminando el altar, provocando constantes sombras grotescas con la imagen de la Virgen con el niño en brazos. Aún así la mujer apretaba fuertemente el rosario y con toda su fe clamaba su oración.

Tu autem, Domine, clipeus meus es,

gloria mea, qui erigis caput meum.

Voce mea ad Dominum clamavi,

et exaudivit me de monte sancto suo.

Desde pequeña había tenido esas extrañas visiones y esas voces que la invitaban a pecar, a manchar su pureza. Por eso decidió irse al convento para estar más cerca de Dios. No dejaría que ese inmundo ser, la hiciera caer, tal y como Satanás convenció a Adan y Eva de comer el fruto prohibido.

Exsúrge, Dómine!

Salvum me fac, Deus meus!

Después de una larga batalla por fin había dejado de molestarla, las velas dejaron de parpadear y la presión fue disminuyendo. La menuda mujer se levantó y agradeció a la divinidad, después fue directo a su cama a descansar.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -


—Hermana Petra ¿durmió bien? —preguntó con preocupación la monja de ojos azules

—Ah, sí —parpadeo con cansancio

—No me diga que otra vez ocurrió —dijo la hermana Nanaba con temor

La monja de ojos ámbar asintió, pero luego le sonrío a su compañera —estoy bien

—Lo mejor es que lo comente con el obispo Nick

—No, estoy bien, en serio —dijo la menuda monja, quien se levantó con los trastes de su desayuno —Mejor empiezo con los quehaceres

Nanaba solo asintió, sintiendo pena por la pobre chica, ella era un autentico caso de manifestación demoniaca, pues Petra Ral decía que desde niña un demonio la acosaba y la invitaba a irse con él. El único caso que había escuchado era el que estaba escrito en el libro de Tobías, aquel donde el demonio Asmodeo acosaba y mataba a los esposos de la infortunada Sara. Nanaba realmente pedía porque esa maldición terminara y Petra fuera libre, ya sea para hacer un vida normal o una dedicada al servicio de Dios.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -


Mein SeelenverwandterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora