Mein Seelenverwandter

Nostalgia

Notas: las letras en cursiva son parte de la letra de la canción

Advertencia: SPOILERS del manga

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Hay una voz vieja en mi cabeza, que es un lastre para mi...

—Nuevamente heme aquí, en este lugar significativo para ambos, aún cuelga del roble frondoso el columpio que hice para Eren y que ahora se balancea con el viento. Hay tantas cosas que quiero contarte, porque desde que te fuiste nada es igual...

—¿Con quien hablas? —escuchó una voz infantil cerca de mí que me sobresalta, realmente he perdido mis reflejos

—¿Que haces aquí mocosa?

—Papá me dijo que lo ayudara con el picnic

—¿Él cocinará? —preguntó preocupado

—No —me dice la pequeña —pero ayudará a mamá

Suspiro y palmeó la banca, señalándole que puede sentarse —Entonces se tomará su tiempo —ya conozco a mi hijo, es pésimo en la cocina al igual que yo

La pequeña obedece depositando a un lado, la cesta que lleva consigo y me vuelve a preguntar —¿Hablabas solo?

—Le contaba algunas cosas a tu abuela

—¿A la abuela Petra? —pregunta emocionada —¿donde esta?

—Aquí —respondo melancólico —siempre esta con nosotros

A pesar de que mi nieta solo tiene siete años, es lo suficientemente inteligente para entender mis palabras.

—¿La extrañas?

—Sí —"como no te imaginas" es mi respuesta mental

—Yo también

—Ella te regalo esto ¿verdad? —señalo su diadema favorita

—Sí, es bonita ¿verdad? —me sonríe

—Claro —le digo —y también te regalo el color de tus ojos

—¡También son bonitos!

—Mucho

De repente ella se queda callada, como pensando en algo, noté su timidez por la forma en que choca las puntas de sus pies una y otra vez, por lo que la ayudo a hablar.

—Suelta lo que tengas que decir

—Abuelo ¿como conociste a la abuela?

Su pregunta se saca de mi seriedad, la miró atentamente, notando la chispa en sus ojos ámbar como los de ella, no puedo resistirme.

—¿De verdad quieres saberlo?

—Sí —responde con entusiasmo —además el abuelo Zeke me contó como conoció a la abuela Frieda, pero no se como tú conociste a la abuela Petra

—Tsk —maldigo ante la mención de mi consuegro y sus ideas, pero me rindo ante el tierno puchero de mi nieta —tu ganas Ymir, pero te contaré una historia mejor

—¿Mejor? —se lleva el dedo índice a los labios graciosamente pensativa

—Sí, te contaré como me salvó tu abuela —la niña sonrío y atenta se dispuso a escuchar...

Bueno dile que echo de menos nuestras pequeñas charlas...

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