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Notas: las letras en cursiva son parte de la letra de la canción

Advertencia: SPOILERS del manga

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Hay un agujero en mi alma, puedes verlo en mi rostro...

La oscuridad pronto dio paso a la luz, mientras sus ojos se iban abriendo poco a poco trataba de comprender la situación. Se percibió acostado en una cama en una habitación desconocida, luego vio sus muñecas vendadas y comprendió todo. A su lado, Kenny lo miraba con una cara entre enojado y decepcionado.

—Al fin despertaste —musitó el hombre alto de ojos grises y cabellos negros iguales a los de él —casi lo logras —dijo con un tono frío que daba miedo

—Me hubieses dejado —contestó con la poca voz que tenía

—¿Eres idiota? ¿Crees que a Kuchel le gustaría verte así? —cuestionó con dureza el hombre

La mención de su madre taladro su todavía débil cabeza, fue el dolor de perderla que lo llevó a eso, quería seguirla al igual que a sus mejores amigos, pero la vida lo ataba cruelmente a quedarse.

—Levi aún eres joven —dijo su tío con más emotividad —no eches tu vida al caño

El joven Ackerman lo escuchó claro, pero en ese momento no entendió sus palabras, sus pensamientos solo se centraban en la inutilidad de la vida sin su madre, en la falta de sus amigos, en la monotonía del mundo y en el oscuro futuro que le esperaba. Cerró los ojos con la esperanza de no volverlos a abrir nunca más.

Es un lugar realmente grande...

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Me asusto de muerte...

Nada parecía haber cambiado, tal vez la habitación, pero sabía que aún se hallaba en el hospital recuperándose de su atentado. Se incorporó un poco, maldiciendo su estupidez, tal vez si se hubiese colgado ya estaría con su madre y con sus amigos.

—¡A la mierda! —gritó frustrado chocando sus puños contra la cama

—Si haces movimiento bruscos te abrirás las heridas —escuchó una vocecita hablar

Entonces Levi levantó la vista, se dio cuenta que estaba en una habitación compartida, pues una niña pelirroja le veía preocupada desde la cama del lado opuesto. Le lanzó una mirada aterradora, pero a la niña no le hizo efecto, pues empezó a cuestionarlo con varias preguntas, que obviamente el moreno no contesto.

—Ya que no quieres hablar —dijo la pelirroja —te contaré sobre mí, soy Petra Ral, tengo quince años y vengo de Karanese, mi papá tiene un vivero y tengo un perro llamado Rex... —la chica siguió hablando hasta cansarse

—Eres tan molesta —fue lo único que dijo Levi

—Vaya, por fin dices algo —la muchacha sonrío sin importarte el comentario del joven

—Tsk

Levi prefirió cerrar los ojos y dormir, pero ahora tenía esa incomodidad de estar siendo observado por su compañera de habitación, por esa chica extraña que tenía una linda sonrisa.

Mein SeelenverwandterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora