Mein Seelenverwandter

Primer amor, parte 2

Notas: las letras en cursiva son parte de la letra de la canción

Advertencia: SPOILERS del manga

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A la multitud, al mundo...

El ciclo de clases empezó bastante movido, entre la presión del último año escolar antes de ir a la universidad, nuevos integrantes en el club de exploradores, estudiantes de intercambio, exigencias con la banda y otros pendientes; no estaba de buen ánimo, menos con la inoportuna interrupción de la Cuatro Ojos pidiéndome dinero. Llegué al club como siempre imponiendo mi autoridad y exigiendo mi taza de té negro, la cual estuvo enfrente de mí enseguida.

¡Que mierda!, pensé al darle el primer sorbo, eso parecía más a agua sucia de calcetines.

—¿Que diablos es esto? —cuestione bastante molesto a los integrantes de mi escuadrón

—Es...es té —contestó Auruo asustado

—¿Quien lo preparó? —pregunté, percatándome por fin, que la única chica del escuadrón no estaba presente

—Fue él —entre los tres se señalaron

—¿Donde carajos esta Petra? —pregunté, ella es la única que sabe preparar de manera perfecta el té

—Dijo que tenía cosas importantes que hacer —respondió Erd encogiéndose de hombros, no tenían remedio

—Como sea —dije restándole importancia, aunque me sentía insatisfecho de no poder relajarme con un poco de mi té favorito

Eras muy aburrido...

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Con un ala rota navegas...

—¿Estas bromeando? —le cuestioné a mi hiperactiva amiga se se hallaba sentada frente a mí

—Nop —contestó tan despreocupada como siempre —he hecho una investigación muy importante y detallada, y ese fue el resultado

—¿No le preguntaste a tus titanes? —interrogue sabiendo de sus extraños gustos

—No, mi muestra fue población en edad hormonalmente comercial

—Es ridículo —contesté después de un largo silencio

—Tal vez —Hange hizo ademanes de no saber —pero eso puede llevarnos a ganar la batalla

La batalla de bandas, ese evento donde las bandas formadas por alumnos competían para ver quien representaba a la escuela ante el concurso regional de bandas, donde participaba nuestro acérrimo enemigo, el instituto Marley. El señor Smith quería demostrar nuestro potencial y por tanto había exigido a No Name ensayar con más frecuencia y armar cualquier parafernalia ridícula para ganar —más— fans.

—¿No hay otra opción? —rebusque otra salida

—¡Vamos enano! —Zoë exclamó agotada —¡solo canta una canción romántica y ya!

—No quiero, es estúpido

—Solo será una canción —pidió la castaña

—Me niego —refuté