◈ Capítulo. Nº 40 ◈

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Premio de Lucius

Pov.Lucius

Desperté poco a poco, ya debía despertar, así que lo hice, abrí mis ojos con pereza, topándome con la imagen más bella que podría contemplar, mi esposo Sirius dormía plácidamente junto a mí, estaba boca abajo y su rostro en dirección a donde yo estaba, unas hebras de su cabello caían por su mejilla, no sé qué habré hecho para merecer a este hermoso hombre, que cada día me hace sentir afortunado.

Acaricie su mejilla con el dorso de mi mano, no habría nada que no hiciera por él, Sirius era hermoso por dentro y por fuera, yo le daría lo que me pidiera, y de hecho lo he cumplido desde que lo conozco, y ahora, mi esposo iba a hacer algo por mí, aunque lo hubiera prometido en un momento de calentura, Sirius siempre cumplía su palabra.

Me levanté a regañadientes de su lado, sentándome en el borde de nuestra cama, pase mi mano por mi cabello, echándolo hacía atrás, sentí el movimiento de Sirius detrás de mí, gire mi rostro para ver que apenas se iba a despertando.

— Lucius, regresa a la cama — Dijo somnoliento, yo ladee una sonrisa, Sirius estiro su brazo palmeando mi lado de la cama, trataba de llegar hasta a mí y tocarme.

— Es hora de levantarnos precioso — El gimoteo como niño pequeño, ¡Me encanta!

— Ño quero, yo dormir más — Refunfuño con un gimoteo, me levante de la cama, cabe mencionar que estaba desnudo, Sirius abrió un ojito y me observaba mientras me dirigía al baño.

— Tanta carne y yo chimuelo — Alcance a escuchar que dijo, yo me reí, aún dormido no deja de ser el mismo.

Me aseé e hice mis necesidades, tome una toalla quitando el exceso de agua, salí y vi que Sirius se volvió a dormir, lo deje descansar más yo debía vestirme, tenía cosas que hacer, me coloqué un traje gris oscuro, me arregle lo más pronto posible, sujete mi cabello con un listón negro mientras veía a Sirius por el reflejo del espejo, al parecer seguiría dormido hasta tarde, me acerqué y le di un beso en sus labios antes de salir.

...

Por fin había terminado, me dirigía a mi casa, no faltaba mucho, me estacione y baje la cajita de postres que traía conmigo y una botella de vino, de inmediato cuando entre, el aroma de la comida me golpeo, olía tan delicioso, al entrar mire la cocina pero solo había los trastes de la comida, deje la cajita y la botella en la mesa, me afloje mi corbata y fui hacia la sala, y ahí estaba Sirius, este se encontraba de rodillas en el sofá, recargado en el respaldo del mueble, con esa sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Como está el hombre más hermoso del mundo? — Dije sonriente, acercándome hasta él, Sirius se levantó un poco dándome un beso, colgándose de mi cuello.

— Muy bien, ¿Como está el hombre más sexy y bello de la galaxia? — No pude evitar reírme, siempre debía ganarme.

— Mucho mejor ahora que llegue con mi precioso y flamante esposo — Las mejillas de mi chico se sonrojaron levemente — ¿Qué estás haciendo? — Pregunte, soltándome de su agarre y rodeando el sofá, Sirius tomo mi saco por los hombros para quitármelo.

— Veía mi anime — Dijo contento.

— ¿Así, y cuál es ahora si se puede saber? — Sirius apunto la pantalla con su dedo.

— ¡Mairimashita! Iruma-kun! — Expreso casi gritando, yo me reí de su comportamiento, no se me olvida que le gustan las caricaturas japonesas.

— Asmodeus es tan lindo, me recuerda a ti, tan aristocrático y elegante, pero rudo al mismo tiempo y ¡¿sabes que es lo que más me encanta?! — Yo enarque una ceja.

Domíname (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora