Harry Potter, un joven empresario obstinado y con el ego muy elevado conoce a alguien que está dispuesto a ponerle un alto a esa conducta tan peculiar la cual está ligada al estilo de vida tan podría decirse particular.
¿Creen que las personas acept...
- ¡¡¡Hermano ya regresé!!! - Estaba sentado con una taza de chocolate caliente, cuando veo a mi hermano Régulus entrar por la puerta, traía un gorro tejido con orejitas de gato, su rostro estaba tapado con una bufanda que traía enrollada como serpiente y un abrigo tipo gabardina ligero, en sus manos unos guantes negros, al voltear Regulus se estaba quitando la bufanda desenrollándola y jalando el gorro para dejar caer su cabello en ondas.
Lo bueno de tener un gemelo casi "idéntico", es ver como lucia la ropa y sinceramente el estilo que tenia no era el mío.
- ¡Ya era hora de que llegaras! - Le grite desde la sala, estaba viendo un anime llamado Mairimashita! Iruma-kun, ya se que parecía extraño viniendo de mí, pero era un otaku de closet.
- No te enojes Sirius, solo fui con Aries a tomar un café, desde que Lucius te dejo aquí para cuidarte porque estabas enfermito, no la había visto - Yo rodé mis ojos, no es como si quisiera estar aquí, pero Lucius era un exagerado cuando me enfermaba, y ahora que estaba de viaje no quería que me quedara solito.
- No me enojo, pero me aburro, por lo menos de mi departamento tengo muchos libros para leer, y pues esta es tu casa y no me siendo cómodo - Mi hermano fue a la cocina y volvió con una taza con chocolate.
- Pues querido hermano, te tienes que aguantar hasta que la rubia teñida regrese -Yo lo mire mal, pero el ni caso me puso, solo soplo el humo de la taza para poder beber un poco.
- No digas eso, él es rubio natural - Regulus se hecho a reír, yo refunfuñe un poco, lo ignore para seguir viendo el programa.
- Vamos Sirius, es imposible que ese rubio platinado sea natural, de seguro haz visto como se lo decolora y pinta, después de estos tres años que viven juntos - Otra vez lo mire mal, pero caí en cuenta que tenia razón, ¡y no hablo sobre que se pinte el cabello!, claro que eso no es cierto, si no que ya tengo viviendo con Lucius desde hace tres años, era increíble el tiempo que llevábamos juntos, una sonrisa afloro en mis labios.
- ¡AJA! - Regulus me apuntaba con sonrisa victoriosa - ¡Te reíste, ósea que es verdad! - Le di un zape en la cabeza por idiota.
- No sonreír por eso tarado, solo pensé que era cierto que ya tengo tres años con Lucius - Regulus seguía riendo, pero tenia un ojo cerrado y se frotaba donde le había dado el zape.
- Como digas Sirius - Ya después de eso, mi hermano ya no dijo nada sobre el tema.
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Pov.Lucius
Iba llegando de Alemania, había tenido que ir para ver a unos colegas del trabajo, habíamos hecho socios a una nueva compañía y mi jefe me había enviado a cerrar el trato, iba a negarme a ir porque mi Sirius estaba enfermo y no quera dejarlo solo, me dijo que iba a estar bien solo pero la espinita de saber que estaba desatendido me molestaba, así que la única condición que puse fue que se mudara con su hermano Regulus por esas dos semanas que no iba a estar, lo bueno fue que acepto, ¡Muy a regañadientes!, pero acepto.
