Capitulo 17- Lo inevitable

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Yamaguchi abrió los ojos justo en el momento en el que vio como Tsuki se desequilibraba debido al gran puñetazo que le habia lanzado Kageyama en el rostro. Cuando reaccionó ante lo que estaba pasando, solo pudo lanzar un grito ahogado.

—¡¿Que diablos está pasando?! — gritó despertandose de su larga siesta.

No podía procesar con claridad lo que estaba pasando frente suyo. Kageyama estaba furioso, con el puño levantado y queriendo asesinar a Tsukishima que también lo miraba con odio.

Lo último que recordaba era que se habia quedado dormido en los brazos de Tsuki, con el rubio haciendole mimos en el cabello. Algo que tampoco le cuadraba era que hacia su pareja ahí, en ese mismo momento, cuando se suponía que no regresaba hasta mañana en la noche.

De un momento a otro, quedó conciente de todo y se puso palido ¿que había visto Kageyana exactamente? ¿Que había hecho él?

—¡¿Me puedes explicar quien es él?! — dijo Tobio escupiendo las palabras en dirección a Tsukishima— ¡Regreso y veo como un completo desconocido sentado en nuestra cama contemplandote mientras dormias! ¡¿Durmieron juntos acaso?!

—¡No hemos hecho nada! — gruñó Tsuki, alterado— ¡Y deja de ladrar, que bien sabemos que no muerdes a nadie!

—Tobio ¿puedes calmarte? —murmuró Kageyama acercandose al fin a su pareja — No es lo que crees.

—Estabas enfermo y me vine antes para poder cuidarte — lo agarró de los hombros, samaqueandolo — ¡¿Que esperas que piense cuando hay un tipo que ni sabía de su existencia en nuestro hogar?!

—¡Él vino a ayudarme! — dijo el peliverde, alzando la voz al ver la mirada de loco de Tobio.

Estaba empezando a sentir miedo.

—¡¿Como te puedo creer?!

Tobio apretó su agarre. Yamaguchi soltó un gemido de dolor

—¡Sueltame, me haces daño!

—¡Explicame! — gritó Kageyama

Yamaguchi estaba asustado. Si respiración subia y bajaba demasiado rapido, quería llorar, no entendía que estaba pasando en realidado y tampoco sabía como explicarlo. Él no había hecho nada malo, no había pasado nada, entonces ¿por que se sentía tal culpable como si el que los hubiera traicionado primero hubiera sido él?

—¡Te dijo que lo sueltes!

Tsukishima se acercó y de un movimiento rapido le atinó un puñetazo de vuelta al pelinegro que se fue hacia atras. Sin que Yamaguchi pudiera decir algo, lo agarro de la muñeca y lo puso detrás de él, protegiendolo.

—¡¿No veías que le dolía?! ¡Hasta él mismo te dijo que no ha pasado nada! — gruño el rubio — Bien cara dura debes ser como para no creerle.

—Vete de esta casa — escupió Kageyama — ¡Esta es una conversación que debo tener como MI pareja!

—Tsukishima... — murmuró Yamaguchi en un sollozo —amor,...basta, los dos, por favor.

La habitación había quedado en silencio, con las tensiones elevadas y la furia contenida. Ninguno quería dar un paso al vacio, nadie había esperado esto a decir verdad.

Kageyama dejó salir un gran y pesado suspiró. Fijó su vista en su pareja y con dureza, dejó escapar las palabras que rompieron todo en primer lugar.

—Tadashi, dime la verdad ¿me has sido infiel?

Yamaguchi se quedó sin aliento. Todo el llanto desapareció. Su expresión no era de dolor, ni si quiera confunsión: era de furia. Estaba enojado. Toda la ira contenida, pareció aflorarle en el pecho.

Infiel [Haikyuu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora