Tan solo ha pasado medio año desde que la familia de Yamaguchi, sus padres y hermana, murieron en un accidente automovilistico.
En cuestión de semanas, todo se había derrumbado. Pero el tiempo seguia, la vida seguia, y aquello Yamaguchi lo odiaba.
Era su último año de preparatoria, pero todo parecía realmente absurdo ante sus ojos. Sus notas habían decendido a tal punto de perder su beca; los profesores se pasaban el día preguntandole si estaba bien y....cuando iba a regresar aquel alumno ejemplar que extrañaban.
Estupideces. Solo eran estupideces.
Su familia, lo que había sido todo, ya no estaba. Desayunaba, almorzaba y cenaba solo en una mesa para cuatro personas. Los cubiertos, platos y tazas sobraban, estaban ahí esperando por fantasmas que nunca iban a regresar.
El peliverde tuvo la intención de cuidar de las plantas de su madre, pero, por más que lo intento, no pudo hacerlo. Le costaba demasiado el solo hecho de levantarse...
Todos esperaban que para ese punto él ya estuviera redirigiendo su vida, después de todo era joven. Solo que...él no podía. No podía dejar de culparse.
Debí haber ido con ellos.
Debí haber insistido en que se quedasen.
Debí haberme despedido mejor.
Debí haberle besado la mejilla más fuerte a mi madre.
Debí abrazar más fuerte a mi padre.
Debí mirar mejor a mi hermanita, ver como había crecido tanto. Observar sus dulces ojos curiosos y disfrutar más su voz que alguna vez lo había sacado de quisio
Debí...haber muerto con ellos
Todo eso pensaba Yamaguchi. Todos los días, se enterraba cuchillas invisibles en el corazón y dejaba que la desesperación lo invadiera con furia. Dejaba que los demas vieran una sonrisa falsa cuando en el interior se la pasaba llorando.
Lloraba
Lloraba
¿Y quien le pudo haber dicho que aquella despedida iba a ser la última?
Su madre tan dedicada, tan hermosa y linda. Lo regañaba cuando se levantaba tarde y lo miraba curiosa cuando, por alguna magica razon, se levantaba temprano.
¿Que si estaba aburrido? Que se ponga a limpiar
¿Que si queria dinero? Ella le había dado la vida.
Cuanto....cuanto quisiera volver a oirla. Cuando quisiera abrazarla. Que le dijiera que todo iba a estar bien. Que lo regañara de nuevo.
Extrañaba a su mamá...pero ya nunca más podría decir "Buenos días, mamá"
Yamaguchi ya no tenía mamá.
Ni papá.
Ni hermana.
.....y el seguía respirando.
Su novio Kageyama Tobio había estado con el todo el tiempo. Durante los primeros meses no se había separado de Yamaguchi, pero tampoco podía arrastrarlo para siempre...
Kageyama tuvo que volver a sus estudios, tuvo que volver a sus actividades. Y eso no estaba mal. No estaba haciendo nada malo...sobre todo, por qué Yamaguchi fingia estar bien. Fingia que podía con todo cuando no era así.
Y así, un día, Yamaguchi de 17 años, se despertó vació. Se preparó su desayuno, miró la tele y cuando se dió cuenta ya eran las 4 de la tarde.
Kageyama vendría a las 7, ya que tenía entrenamiento hasta las 6 y no podía antes.
Yamaguchi miró su casa. Miró todo. Y lloró en su interior, por que ya no le salían lagrimas. No sentía nada.
Esperó un rato más, pero decidió ir en busca de Kageyama.
Cuando llegó al paradero donde Kageyama tomaría el bus hacia su casa, se quedó mirando los autos pasar uno tras otro. Su novio ya debería estar por llegar.
Ya debía estar por llegar....
No supo que pasó, pero algo dentro suyo se terminó por destruir. Se odio por completo.
Ya solo existia él y sus odiosos pensamientos.
-Tal vez... - miró como el semaforo que estaba a unos metros detras de él se ponía en verde-....ellos me esperan. Mamá...
Sin sentir nada.
Sin pensar en nada.
Empezó a caminar hacia la pista.
Solo miraba hacia el frente.
Y al fin las lagrimas cayeron.
Y entre el sonido de las bocinas que intentaban detenerlo oyó un desesperadó y horrorizado:
-¡YAMAGUCHI, AMOR, NO POR FAVOR!
Ah...Kageyama, ya había llegado.
Sintió un impacto y luego...nada.
ESTÁS LEYENDO
Infiel [Haikyuu]
Roman d'amourYamaguchi ha conocido a su pareja desde que son niños. Siempre han compartido todo con el otro, incluso sus corazones. Se han amado por años, y se esperaba que aquello no cambiase. Sin embargo ¿por qué regresó con un holor diferente? ¿Por qué a empe...