Capítulo 12: La buena suerte

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—¿No crees que Queen Bee es mucho más guay?

—Me gusta, pero está Rena Rouge... ¡Su traje es una pasada! Aunque pienso que Pegasus y King Monkey están infravalorados.

—Totalmente de acuerdo. King Monkey es de mis favoritos. ¡Carapace también me gusta bastante!

—¡Y a mí! ¿Qué me dices de Ryuko? Sus poderes son increíbles.

—¡Sí, sí! ¿Y Viperion? ¿Qué opinas?

—¡Me encanta Viperion!

Emma y Bibi estaban degustando unas galletas recién horneadas, tumbadas en la alfombra del salón.

—¿Quiénes serán todos ellos? ¿Dónde estarán ahora? —dijo Emma, dándole un pedacito de galleta a Hugo en su taca taca.

—A veces pienso que son de otro planeta, y bajan a la Tierra solo para ayudarnos a luchar contra los malos —dijo Bibi, echándose a reír después—. ¿Te imaginas?

—En una nave espacial roja con lunares. —Emma también se partió de risa.

—¡Yo quiero subir a esa nave! Aunque creo que he tenido aventuras de sobra por ahora; ¡vaya susto lo de hoy!

—¡Ya te digo!

Emma se sentó de nuevo junto su amiga. Bibi no tenía ni idea de cuántos sustos había pasado en realidad Emma a lo largo del día, pero era un secreto que debía esconderle.

Oyeron de pronto el timbre de la entrada.

—Ese debe de ser mi padre, que ya viene a recogerme.

Caminaron hasta la puerta, pero Bibi se paró antes de llegar.

—Oye, Emma: quitando lo de la masa, me lo he pasado muy bien hoy contigo.

—Y yo —dijo Emma, bajando un poco la cabeza y sonriendo.

—¡La próxima vez en mi casa! Te prepararé una crème brûlée para chuparse los dedos. —Bibi sonrió de oreja a oreja, y le dio un abrazo de improviso. Emma se quedó estática hasta que la soltó, tardando en reaccionar.

—¿Han llamado a la puerta? Ah, ¿han venido a buscarte, Bibi? —Adrien asomó por las escaleras. Marinette también bajó tras él.

Emma corrió a abrir la puerta, y saludó al padre de Bibi invitándole a pasar.

—Tú eres Emma, ¿no? Me alegra conocerte. Vengo a recoger a Bibi —dijo el hombre amablemente.

—¿¡Luka!? —exclamaron Marinette y Adrien a la vez. El nombrado se dio la vuelta con sorpresa, abriendo los ojos como platos al ver a la pareja frente a él.

—No puede ser. ¡Vosotros sois los padres de Emma! —dijo, riéndose un poco después. Los tres se saludaron alegremente con abrazos.

—¿Os conocéis, papá? —preguntó Bibi, con la misma expresión interrogante de Emma.

—¡Sí! Somos viejos amigos —explicó Marinette.

—¡Hacía años que no te veíamos! ¿Cuándo has vuelto a París, Luka? —preguntó Adrien.

—Volvimos hace poco, y con el lío de la mudanza no he tenido tiempo de nada... Es asombroso que la nueva amiga de Bibi fuera justamente vuestra hija —dijo Luka, que se había dejado algo de barba y el cabello oscuro recogido en una coleta corta.

—Ya lo creo, ¡vaya casualidad! —dijo Marinette.

—Desde luego Bibi se parece mucho a ti —añadió Adrien, mirándolos a ambos.

🐞 MLB: Descubriendo a mis héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora