Capitulo 39

4.8K 255 3
                                    

-¿Que?-pregunte sin entender- ¿No te importa que este enferma?

-No-respondio

-¿Sabes que es muy probable que muera, verdad? No hay cura para esta enfermedad-dije. El no merecia eso, esperaba que me botara

-No me importa-dijo bajando lugeramente la cabeza

-Y quien sabe...tal vez vivire tan poco tiempo que nisiquiera te podre dar hijos...¿Aun asi quieres?-pregunte con los ojos llorosos

-¿Quieres...irte?-me pregunto mientras volvia a mirarme. Su mirada era intensa senti como me traspasaba y me dejaba congelada- Hablas y me sacas en cara cosas que nisiquiera sabes si pasaran. Pones todo lo negativo y todo lo que dices va encontra nuestro ¿Quieres que lo paremos? Yo no quiero pero si tu quieres terminar esto ahora...no podre evitartelo, estas en tu derecho.

Me puse a llorar. No queria separarme, no queria irme.

-No...no quiero irme-respondi- Pero no se...dude

-¿Dudaste de mi? ¿Creiste que te botaria ya que estas enferma?-pregunto y yo asenti- De verdad que eres idiota

-Callate...-susurre y el me abrazo

-Mi pequeña idiota-me susurro en el oido- No permitire que nada te pase...porque te amo

2 meses despues...

2 meses despues de mi boda. Todo habia cambiado. No solo que ahora era una mujer casada sino que tambien la enfermedad estaba avanzando. Nicholas me habia llevado a medicos, pero nadie podia ayudarme. Solo medicinas naturales que aveces paraban mis ataques. Me ponia tan triste ver a Nicholas preocupado por mi. Se hubiese evitado todo esto si me hubuese dicho que me vaya.

No puedo evitar llorar. Un par de lagrimas se deslizan por mi rostro mientras miro a travez de la ventana.

Necesita mucho descanso

Demasiado descanso creo. Odio estar encerrada en mi habitacion y salir solo por ratos al jardin. Al menos si Nicholas estuviese conmigo mas tiempo.

Ultimamente la revolucion avanza. Algunas veces pienso que se lo merece por todo lo que hizo antes, pero ahora es mi esposo y tambien me afecta a mi.

Lo peor es que nisiquiera hemos podido hacer el amor. No es que yo quisiera hacerlo, pero sabia que el queria. Ese dia que nos casamos en la noche nisiquiera me toco ya que tenia miedo de hacerme daño.

No me gusta ser tratada como enferma.

Eran ya las 12. Tenia tiempo para ir al jardin.

Caminaba por los jardines cuando vi a una mujer. Seguramente alguien de la nobleza. Camine disimuladamente mientras la veia. Note que tenia un bulto en el estomago y ella se lo tocaba y sonreia.

Estaba embarazada. Algo que probablemente por mi enfermedad no podria hacer.

¿Dios...no me puedes dar la oportunidad?

Seria increible estar embarazada. Sentir algo vivo en tu cuerpo. Es una bendicion.

...

Estaba decidida. Quiero tener un hijo. Espere hasta la noche para hablar con Nicholas.

-Hola-dijo Nicholas al entrar. Me dio un beso rapido. Otra vez tenia la mirada perdida

-¿Puedes pararlo, ya?-pregunte frustrada

-¿De que hablas?-pregunto sin tomarme atencion

-¡No me trates como si fuera una enferma!-grite mientras me lanzaba encima de el

Lo tome por sorpresa asi que los dos caimos a la cama.

-¿Oye que te pasa?-pregunto

-Quiero...quiero tener un hijo contigo-le susurre

-¿Estas loca?-pregunto mientras me separaba de el- Estas enferma, Krimhild, tener un bebe te puede hacer daño-culmino con un dejo de tristeza

-Yo...solo quiero sentirlo-dije mientras volvia a su lado

-Ya.te dije que no, estas enferma-me replico- Puedes dar un hijo enfermo ¿eso es lo que quieres? ¿estar enferma y dar a un hijo enfermo? Que asombrosa idea

-Imbecil!-dije mientras le lanzaba una cachetada. Eso me habia dolido

Nicholas PDV

Me tomo desprevenido, y me tarde en darme cuenta lo que habia dicho. Me merecia esa cachetada, y si, si era un imbecil.

Ella se alejo de mi y se echo a una esquina de la cama. Seguia llorando mientras tapaba su rostro con las manos.

Me levante y fui hacia donde estaba ella. Intente tocarla pero ella se cubrio con las sabanas para ignorarme.

-Perdon no quise decir eso...-dije mientras pasaba mi mano por su cintura- por favor perdo...

-Vete-susurro y yo asenti rendido. Tal vez no era el momento de hablarle. Asi que simplemente me fui antes de seguir arruinando todo.

La muñeca del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora