Era ya de mañana muy temprano cuando Krimhild se levantó. Miro a su alrededor y no vio a Elizabeth. Se preocupó por ella y rápidamente se levantó de la cama. Se puso su bata y salió del cuarto.
Vio muchas empleadas corriendo por el pasillo. Eso le preocupó más. No era común ver tantas a esas horas de la mañana.
-Eh disculpe ¿podría ayudarme?-dijo Krimhild en su intento vano de hablar con una de ellas.
Ya que nadie le respondía decidió ir a esperarla pacientemente a su cuarto. Regresó hasta la puerta y cuando entró vio que sacaban sus cosas.
-¿Por qué saca mis cosas?-preguntó Krimhild al ver a una de las empleadas sacando su ropa
-Me dieron órdenes de llevar sus cosas a otro cuarto-explicó ella
-Ah ok-dijo Krimhild- ¿Ha visto a Elizabeth?
La empleada se quedó callada.
-No tengo autorizado decirle-explicó la empleada- Por favor venga conmigo
-¿Para qué?-le preguntó Krimhild pero la empleada ya había salido de la habitación y no le quedo nada más que seguirla.
-Este es su cuarto ¿está bien?-dijo la empleada cuando llegaron
-Sí gracias-dijo Krimhild y entró- ¿Quien ha mandado a que me traigan acá?
-Nuestro señor mando a que la cambiemos de habitación-respondió ella- No hay razón para que usted viva sola en esa habitación tan grande
...
Es muy extraño. Todavía no sé nada de Elizabeth-pensó Krimhild
Eran casi las 4am de la mañana y Krimhild simplemente no podía dormir. Estaba preocupada por Elizabeth no sabía nada de ella.
Se acurrucó en su almeada y se tapó con la colcha hasta la cabeza para no sentir miedo. No quería pensar que le había pasado algo malo.
Sintió un ruido ligeramente fuerte pero no se atrevió a ver qué pasaba.
¿Qué fue eso?
Después de un rato sintió otra cosa. Una mano recorriendo ciegamente su cama. Se asustó al sentir el tacto de aquella mano destapándola.
-¡Déjeme!-gritó Krimhild ya empezando a sentirse incomoda
-¿Así tratas a tu amo?-
-¿Qué?-preguntó Krimhild al reconocer la voz
Y cuando se levantó finalmente aclaró todas sus dudas. Era la persona que la trató tan mal cuando ella chocó de casualidad con él.
-¿Terminaste?-preguntó él con aire de molestia
-¿Ah?-preguntó ella
-Bonita pero estúpida-dijo él sarcástico
-No tiene por qué insultarme-reclamó Krimhild pero en ese momento él se subió encima de ella
-Callada-dijo él cuando estaba encima de ella- Eres muy ruidosa... ¿si sabes que te va a pasar?
-¿Qué?-preguntó Krimhild sin entender
-¿No te han dicho ni porqué estás acá?-preguntó con molestia- Tú sólo tienes que hacer lo que te digo y me dejaras hacer lo que yo quiera con tu cuerpo
-Pero... ¿Elizabeth no era...?-dijo Krimhild
-¿Elizabeth? ¿Hablas de la chica qué lanzó por la ventana?-preguntó él
¿Está...muerta?
-No pongas esa cara-me ordenó- Todavía no quiero que la pongas
¿No...Quiere?
-¿A qué se refiere?-pregunto Krimhild
-Cuando te folle-dijo el mientras le empezaba a acariciar el rostro- Quiero que grites mucho ¿estamos de acuerdo?
-Espere ah...basta!-grito ella al sentir su mano rozándole el sexo
-Definitivamente...me voy a divertir mucho contigo
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La muñeca del Rey
Romance-Tú solo eres un juguete más-respondio él con aire de desprecio- Simplemente he dicho que me pareces interesante ya que eres diferente a las demás.. -Pruebame Nicholas...pero no vas a derrumbarme tan fácilmente y no creas...que me enamorare tan fáci...