En pedacitos

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No era capaz de comprender en que momento mi cabeza havia decidido llamarle, pero ya era tarde al momento el cojio la llamada.

-¿Quien es?

-Alguien que se siente mal.

-¿Quieres hablar de ello?

-¿Quieres tu escucharme?

-Claro.

Tampoco comprendo como media hora después me encontraba sentada en un banco del parque frente al colegio de primaria de mi hermano, esperando a un chico con el que solo havia hablado un par de veces, para desaogar mis problemas.

Una hora despues la primera lágrima resbalaba por mi mejilla, ese cabrón no se ha dignado a venir despues de todo, coji mi mochila y me fui de vuelta a casa.

Al pasar frente a puerta del salon camino a mi habitación note un movimiento en la oscuridad y lentamente me asome.

-¿Mama?

Me atrevi a acercarme lentamente a el interruptor de la luz y encenderla.

-¿mama? ¿estas bien?

¡MAMA!

O no esto no puede estar pasando mama porfavor despierta no me dejes sola, no ahora...

La sala del hospital estaba bastante vacia y lo unico que se escuchaba era gente sorviendose los mocos o llorando y de fondo canciones de ascensor.

-¿Eva?

-Abuela!

Coji la mano del pequeño Alvaro y le indinque con el dedo a la sonriente anciana que caminaba/corria hacia nosotros, los ojos del pequeño se iluminaron y seco las lagrimas con la manga de su camisa antes de correr a abrazar a la abuela.

Aun pasaron otros 20 minutos asta que un doctor salio de unos de los quirofanos para comunicarnos la muerte de nuestra madre por "abuso de drogas", parece ser que algunas de las botellas no llevaba solo alchol, al estar mi padre y mi madre muertos perteneciamos legalmente a mi abuela.

La Abuela era una buena persona tenia una casa grande en un barrio cercano al nuestro, millones de veces habia corrido por el patio trasero de la casa pero ese dia el jardin parecía más pequeño y triste que el de mis recuerdos.

Pasamos el resto de la tardenoche trasladando todas nuestras cosas, Alvaro estaba tan emocionado por la mudanza que almenos por esa tarde olvido la muerte de su madre.

Pero por la noche recordó, llevaba apenas dos minutos dormida cuando senti como el pequeño tiraba de mi manta.

-¿Que pasa Alvaro?

-No puedo dormir, le echo de menos.

-¿Quieres dormir conmigo?

-Porfi, ¿Puedes ser tu mi nueva mama?

- buenas noches pequeño.

Abraze su pequeño cuerpo y juntos nos quedamos dormidos.

Dejame morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora