Dejame morir.

uno en dos...

Me levante de la cama y salí de la habitación.

Cruze el pasillo arrastrando los pies llege a la puerta de cristal del hospital, al otro lado me esperaban todos los demás.

-¿Eva? -Gire antes de la salir por la puerta del
hospital. -Hola soy Dani, el hermano mayor de Iván.

-Siento lo de tu hermano, no sabemos por que ha pasado.

-Hombre, mi hermano no saldría corriendo en el bosque por que si.

-Dani, no sabemos por que salió corriendo. Preguntaselo tu mismo. -Di media vuelta y salí del hospital.

-Eso no cuenta como respuesta, jugete de Jorge.

Al escuchar eso ultimo gire indignada para reprocharselo, pero el ya entraba por el pasillo.

Cruze la puerta y me sente en las escaleras con Marina.

-¿Quien era ese chico? -Me pregunto Helena mientras se sentaba a mi otro lado.

-Es el hermano de Ivan.

-¿Y que queria? -La rubia apoyo la cabeza en mi hombro mientras bostezaba.

-Me ha preguntado que que habia pasado. -Aparte uno de los mechones de pelo que me caia sobre los ojos.

-Y que le has dicho. -Marina se levanto de los escalones, dejandonos solas a Helena y a mi.

-Que realmente no lo sabiamos.- Mire a ambos lados. -¿Donde esta Chloe? ¿Y los chicos?

-Han vuelto al campamento, van a recojerlo todo. -Marina cambio nerviosa el peso de un pie a otro.

-¿Nos vamos a ir?

-Nose tu, pero yo no me siento como para seguir con esto, prefiero volver a casa.
-Helena cogió mi mano con la suya.

-Todo esto ha sido muy raro, ha pasado demasiado rápido todo. -Marina cogio un anda que le llegaba al móvil.

-¿Por que crees que lo hizo?-Helena se apartó de mi para mirarme a los ojos.

-Eso es algo que sólo sabe el, pero debe de ser algo malo. -La rubia hizo un amago de sonreir que se quedó en una mueca extraña.

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No recordaba haber salido de la habitación del hospital, pero nada más despertar encontrarme con los pósters de mi habitación me encantó.

Me incorpore en la cama dejando las piernas debajo de la manta.

No entendía porque pero no era capaz de mover la pierna izquierda, asustado levante manta de un tirón.

La verdad chocó en mi cabeza con una fuerza que me dejo mareado.

¿Que me había pasado?

Las lágrimas empezaron a descender por mis mejillas según hacia una lista mental de lo que suponia estar así.

Tullido.