La ilusion,

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Era lunes por la mañana y decidi levantarme más temprano para no encontrarme a las chicas en el metro.

No debi hacerlo, por que no fue a las chicas a quien me encontré.

Estaba sentada en el fondo del vagón rezando para que Jorge no me viera, pero lo hizo.

Se acercó desde donde estaba y se sentó a mi lado.

-Te he echado de menos pequeña. -Paso su brazo por mis hombros.

-A quien llamas pequeña.

-A ti, eres mi pequeña. - acercó sus labios a los míos.

-Por que no te vas a besar a la rubia esa pechugona de el otro dia. -Me aparte de el.

-¿Isabel? Esa es una zorra se me lanzo nada más irte tu, la dije que yo te quería a ti. -Se acercó a mi.

-No te creo.

Se acercó a mi, me besó y me empujó contra la pared del vagón.

Le correspondi el beso y con mis piernas rodee su cintura apoyandome en la pared.

Llegamos a la parada, pero el no me soltó, es más no me soltó a asta llegar a la puerta de mi clase.

-¿Me perdonas? -Me dejo en el suelo y me dio un último beso.

-Si, te perdono. -Le di un beso en la mejilla y entre en clase.

Sonó la campana que indicaba el comienzo del recreo...

Baje las escaleras de la mano de Marina...

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La mire mientras bajaba las escaleras acompañada de Marina, con el tiempo tanto Hector  como lo habiamos perdido todo el miedo que la teniamos, es más en el fondo era una chica muy normal.

-Hermano, cuentale a Eva y a Marina por que acabaste en la carcel el domingo.

Rode los ojos deseperado, ¿Cuántas veces más tendría que contar la historia?

-Nada, rompimos la ventana de coche de una anciana con mala leche. -A Marina se le escapó una risa por lo bajo.

-Que pardos.- Helena rodo los ojos.

-¿Subimos a las gradas a ver el partido de los de segundo? -Miguel parecia emocionado y daba saltitos detras de Helena.

-¿Es hoy? -Hector se puso las manos en los hombros de Miguel para que dejara de saltar. -Yo si quiero ir.

-Vamos entonces. -Marina sonrio y comenzó a caminar hacia el campo.

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Llegamos al campo de con el tiempo justo para coger unos buenos asientos en segunda fila y el partido comenzó.

Llevaban un cuarto de hora jugando cuando Jorge choco contra otro de los chicos y ambos calleron al suelo fuertemente.

Dejame morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora