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Gracias a mi increíble idea de hablarle a Dakota mientras estaba en clases, el profesor me había mandado a detención por 1h. Lo cual no me gustaba nada ya que debía ir a la clínica.
Intenté decirle que no podía quedarme, pero eso no lo entendió, así que ahora estoy contando los segundos para irme.
Y en eso siento que alguien más entra y es ella.
Dakota es una pelinegra alta de ojos azules con un rostro hermoso de donde se le vea. No es solo hermosa sino que tiene algo que desde que la conocí me llamó la atención y ahora después de solo hablar un par de veces me siento adicto a ella. Quiero más, mucho más.
Al recordar que me está viendo solo me obligo a pensar en otra cosa y dejar de mirarla.
- ¿Tú qué haces acá? - me pregunta mientras se sienta a mi lado.
Una ola de su aroma llega a mi y me siento un poco mareado, pero quiero seguir sintiéndola. Es extraño, pero cada cosa de ella me tiene cautivado.
- Supongo lo mismo que tú. - la miró sin ningún tipo de vergüenza.
Dios es perfecto. Es lo más hermoso que he visto. Cada mueca, cada mirada y su voz.
¿Qué rayos me pasa? Yo no soy así.
- Bueno entonces debo culparte a ti.
- Eso creo, pero no me vas a negar que te alegre el día - le suelto sarcásticamente
- Sí, tanto que no dejo de pensar en ti. - me demuestra que ella también puede ser sarcástica
- Me caes bien, eres sarcástica. - sonrió levemente.
- ¿Hay otra forma de ver la vida? - sonrío más.
- Es la única. - saca su celular y me lo da. - Regístrate como quieras, no me gusta solo poner nombres. - yo lo agarro y no dudo en poner mi nuevo apodo y se lo entregó. - Mi jodida perdición, que creativo porque ya tenía como 3 amores de mi vida. - dice burlándose
- Es que eso soy - la miró orgulloso le doy mi teléfono. - Bueno creo que tu tendrás también que ponerte un nombre.
- Te lo advierto, no soy creativa. - me dice mientras lo agarra y empieza a escribir.- Ya está - dice mientras me lo entrega y al verlo compruebo eso de que no tiene imaginación.
- ¿Enserio me agregaste de la misma forma? - suelto una risa que no puedo contener y ella me sigue.
Su risa me deja hipnotizado por un segundo, es tan adictiva.
- Aún falta mucho. - se estira dramáticamente sobre la mesa.
- Qué tal si me cuentas cómo conociste a Asher porque hay un montón de teorías. Es el chisme de la semana. - busco alguna señal de si le incomoda y no encuentro ninguna.
