Tu sonrisa[Lanki/Renga]

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P.O.V. Omnisciente

Después de decirse aquello, ambos jóvenes cayeron profundamente dormidos, abrazados y con unas enormes sonrisas. 

A la mañana siguiente, la madre del pelirrojo los llama para desayunar todos juntos. Abren los ojos, se miran, pestañean y se dan cuenta de que ambos están desnudos, recordando lo que ocurrió la noche de ayer, rápidamente se sonrojan al mismo tiempo que dejan salir risas nerviosas. Al estar totalmente despiertos deciden que lo mejor sería ducharse, y como Langa estaba desperezándose, al japonés no le quedó de otra que ir primero. Salir de la cama sin sentir vergüenza se hizo imposible, el canadiense no podía evitar mirar el cuerpo de su novio pero era de mañana y está en una casa de familia, aunque hace unas horas no le importó ¡pero no podía tener ahora un problema entre sus piernas! Cuando el ojiambar sale del baño, toma unas prendas para prestarle al peliceleste mientras dice:

 —Te espero en el comedor—en ese momento el peliceleste se levanta de golpe y lo abraza bien fuerte.

—LA-LAN-GA—casi grita sorprendido y con un rubor que se extiende hasta sus orejas.

—¿Qué pasa?—pregunta confundido.

—E-es-tás... abra-zándome des-desnudo... yo... yo p-puedo ve-r y se-sentir to-o-do—responde entrecortado el pelirrojo.

—¿Y te gusta lo que ves?—Langa no podía guardarse ese comentario, se despertó y lo primero que vio en el día fue a Reki. Para ser mas exactos, a Reki sin ropa. Por lo que su lado atrevido salía a la luz.

—M-me encan-ta—gira su rostro hacia otro lado—pero n-no po-demos ir más que esto, nos llaman—y le da un beso en la frente al contrario.

—Entiendo, y también me encantas—afirma con una sonrisa.

P.O.V. Langa

Después de eso, Reki me dejó solo en su habitación y, como había dicho, me adentro el el baño. Rápido me ducho y lavo mis dientes con un cepillo nuevo que me dejó mi pareja. Ya estando listo, me dirijo hacia el comedor donde escucho una conversación. 

—Mira, Reki no me molesta que Langa venga a dormir, y menos que sea tu novio, pero tienen que ser más cuidadosos ¿si?—

—¡MAMÁ!¿Cómo sabías eso? Yo... perdón por no haberte dicho ¿no te molesta?—

—Cariño, las madres saben todo y si él te hace feliz, para mí está bien—escucho que dice la fémina—Langa, querido, no hace falta que te preocupes—termina riendo.

—¿Eh?—pregunta confundido el japonés.

—¿Q-qué?—hablo algo apenado porque notara mi presencia.

—Nunca lo olviden, las madres entienden todo—

—Gracias por aceptar mi relación con su hijo—digo sonriente.

—Gracias por cuidar de él, bueno chicos, ese es mi único pedido, intenten no irse de la raya cuando estamos todos en la casa, después pueden hacer lo que quieran, obviamente cuidándose—

—¡MAMÁ!—

—Entendido—respondo con felicidad y un leve sonrojo.

—Bueno, me voy a llamar a tus hermanas—avisa la progenitora del pelirrojo para retirarse.

En el momento en que se deja de escuchar los pasos de la mujer, me acerco a Reki y lo abrazo por la cintura, él me mira con alegría y solo pienso en que quiero más. Lo beso sin pensar más, su boca se siente fresca gracias al dentífrico pero igualmente puedo sentir la calidez de su lengua. Al finalizar ese pequeño acto de amor le susurro al oído. 

—Este es mi beso de buenos días—me alejo y apreto más el abrazo.

—¡Buenos días!—exclama algo avergonzado.

En eso se escuchan varias voces adormiladas, aparecen por la puerta las hermanas de mi lindo novio y nos saludan. Ellas se sientan así que las copiamos, no sin antes ayudar a la madre de Reki a dejar las cosas en la mesa. 

—¡Reki!¿Ayer estabas jugando a las luchas o algo así con tu amigo?—pregunta una de las menores.

—Langa no es su amigo, es su novio—dice la mayor de las niñas.

—¡¿¡EEEEHHHH!?!—casi se atraganta el pelirrojo.

—Sí cuando Miya se quedó en casa, antes de ir a dormir, escuche que le contabas quién te gustaba—responde con aires de superioridad.

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Hola de nuevo!

Escribir esto me causó ternura y gracia JAJJAJS.Lo prometido es deuda, acá está la continuación, espero que te guste y estés bien.

Saludos!