18 (Maratón 4/4)

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P.O.V. Omnisciente

En una habitación bien ordenada e iluminada, cierto peliceleste se miraba al espejo. Tenía una mirada de desaprobación, nada que probara se sentía que era lo correcto y ya se había cambiado alrededor de veinte veces, nunca se había preocupado tanto por su vestimenta, pero hoy es especial, aquel chico de tez blanca como la nieve desea que todo sea perfecto.

Rendido sale de su recamara buscando a su madre. Al encontrar a la fémina, le cuenta su situación.

—Entonces ¿a dónde van a ir?—pregunta la mujer dirigiéndose al cuarto de su hijo. 

—Voy a llevarlo a un parque de diversiones, después a un restaurante y mm... luego le voy a dar un regalo, vamos a pasear un rato y más tarde... no lo sé... hacer algo que él quiera o simplemente volver para irnos a dormir—termina de hablar el canadiense muy sonrojado.

—Langa, cuídense, sabes a lo que me refiero ¿no?—pide Nanako y, como si fuera posible, el chico se sonroja aún más hasta las orejas.

—Y-yo... s-sí—el joven se tapa la cara.

—Bien, creo que puede ser esto—dice mientras le tiende un piloncito de prendas.

—Gracias—dice el menor para retirarse e ir al baño.

Unos minutos después el peliceleste sale de la ducha, se mira al espejo, sonríe tímidamente y deja caer sobre su cuerpo las prendas.

—Mamá... ¿qué hago con mi cabello?—

Por la puerta entreabierta pasa la fémina de cabellera castaña y se queda examinando a su hijo. Acomoda un poco la camisa mientras piensa que su hijo está tan nervioso que no pudo abotonar bien su ropa, es una cita ¡una cita! tiene que estar todo en orden.

Luego de unos minutos entre risas y comentarios, la cabeza del adolescente deja de ser peinada.

—Creo que estaría bien que te dejaras el cabello como siempre ¿no?—

—¿Verdad? sino sería demasiado—

En otra parte un pelirrojo se encontraba nadando en el desorden, no es que le gustara tener una habitación desastrosa, pero casi todas sus prendas estaban esparcidas por la cama, el escritorio, la silla y el suelo. Hace horas que busca que ponerse. Ya cansado, suspira, para seguido de eso, sacar más ropa del armario maldiciendo mentalmente por no tener ningún tipo de ropa formal. Para él la comodidad es súper importante pero no puede creer que todo lo que tenga sea holgado.

—Quizás ¿debería pedirle ayuda a Tsukihi?—piensa en voz alta.

—¿Me llamaste?—su hermana aparece de la nada, asustándolo.

—¡No aparezcas así de la nada!—dice poniendo una de sus manos sobre su pecho—quiero ropa presentable, no sé si me explico—habla nervioso.

—¿Vas a salir?¿A dónde?¿Con quién?¿Hoy?—

—¿Realmente importa?—se rasca la nuca desviando la mirada.

—Duh claro que importa...—la jovencita entrecierra los ojos y examina a su hermano—¿vas a una cita...—ve como el mayor se sonroja, y sonríe victoriosa—con Langa?—

—¡B-basta! bueno ¿me vas a ayudar o no?—

—Era una broma, pero veo que acerté, con que Langa ¿cómo pasó?¿ya se besaron?¿lo invitaste a salir?—su puede escuchar como la dulce voz de la niña se convierte en chillona por hablar rápido.

—¡Bien! sí es con él, ahora haz tu magia—Reki se sienta en lo que solía ser su cama si no fuera por la montaña de telas esparcidas.

—¡Okey! manos a la obra—exclama la menor.

El chico se queda en su lugar viendo lo que hace la menor. Ve como con mucha atención revuelve lo que queda en el clóset, abre cajones y saca lo que hay, de un salto se tira a la cama de su hermano y busca, ropa por aquí ropa por allá, las diferentes telas estaban siendo arrojadas por los aires. Aunque la pequeña riera cada tanto, se notaba la concentración y esmero con el que examinaba las prendas. 

—¡SII LO ENCONTRÉ SABÍA QUE EN ALGÚN LUGAR ESTABA!—alza una bolsa de color crema que tenía un pantalón que le habían regalado.

—¿Mm?—habla el mayor curioso.

—Shh, todavía no terminé ¿dónde están tus zapatos?—

—Por ahí—señala un lugar de su cuarto.

—Uhm ¿es muy formal?—

—No, al menos, eso es lo que dijo—

—Bien, pruébatelos, voy a esperar mientras te cambias—levanta los pulgares en señal de que todo va a estar bien.

Aquel adolescente entra al baño y luego de unos minutos se muestra nuevamente en la recamara.

—Hice un buen trabajo—habla orgullosa la chica—ey, mírate en el espejo, vamooos—

—Ah... no pensé que lo harías tan bien—dice algo sorprendido e impactado.

—Lo voy a tomar como un cumplido, ya puedes agradecer—le saca la lengua a modo de burla.

—Gracias—

💠💠💠💠💠

Hola, cómo estás? Espero que bien y te haya gustado.

Esta es la ropa que va a usar Langa, es solo para que se den una idea.

Esta es la ropa que va a usar Langa, es solo para que se den una idea

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Y esta es la de Reki.

Soy ignorante :D así que no conozco a los chicos de las fotos, creo que son famosos, no me mate la persona que los conozca je

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Soy ignorante :D así que no conozco a los chicos de las fotos, creo que son famosos, no me mate la persona que los conozca je.

Quiero disculparme, este capítulo ya lo había escrito y creí haberlo subido, no lo noté porque estuve pasando un mal momento, falleció un familiar, me enfermé, tuve otros problemas y la escuela no se apiado de mí. Ya no cuenta como maratón :c pero bueno, ojalá lo hayas disfrutado.

Me despido, gracias por leerme, que sigas bien!



Tu sonrisa[Lanki/Renga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora