Capítulo 5

31 18 5
                                    

Narra Paola

Cuando Simón, Elisa y yo entramos por las puertas del aeropuerto nos dirigimos a los asientos donde mi padre dijo que la modelo y sus acompañantes tendrían que estar, miro por todos lados y me doy cuenta de que que todavía no han llegado.

—Voy al baño, ¿me acompañas? —le pregunto a Eli.

—Está bien —contesta y se gira hacia Simón —Espéranos aquí por si llega la modelo, enseguida volvemos.

Caminamos hacia el baño de damas y yo entro primero, cuando terminó lavo mis manos y salgo para que Eli entre, la estoy esperando cuando siento miradas puestas en mí, giro mi cabeza y mis ojos no pueden creer lo que ven, es el guapo pelinegro de la otra noche, los gemelos y Madison.

—Por favor diosito que ellos no sean los acompañantes que trae —murmuro por lo bajo y sé que soy patética al negar lo obvio puesto que cada uno trae una maleta en la mano.

Siento la puerta del baño a abrirse y veo a Elisa salir de ahí.

—¿Qué fantasma has visto que estás blanca como un papel? —pregunta mi amiga cuando llega a mi lado.

—¿Recuerdas aquello que te conté que pasó en la fiesta con el amigo del gemelo que te follaste? —pregunto y veo que asiente –pues están aquí.

—¿Te refieres que aquí en el aeropuerto?—pregunta y abriendo los ojos como platos.

—Pues si, le refiero aquí en el aeropuerto, y creo que vienen con nosotros a París —le respondo.

—Joder que bien, ya tengo un polvo asegurado —me dice y por la emoción en su voz sé que hay algo más —vayamos a saludarlos y olvídate de aquel pelinegro y fóllate al otro gemelo.

Empezamos a caminar hacia donde está el grupo y al primero que observo es a Lucas, por Dios su piel tiene un bronceado perfecto haciéndole lucir hermoso, esos ojos miel, ese pelo negro y esa sonrisa; todo eso hace el paquete completo.

—Hola —saluda Eli, posando su vista más tiempo en el gemelo que si no me equivoco creo que es Harry.

—Hola —le corresponde el saludo el otro gemelo y girándose a dónde está Lucas le murmura, pero aún así todos lo escuchamos —así que era ella la guapa pelirroja que nos quedamos viendo embobado.

—Era ella misma —dice Lucas mirándome fijamente y dándome una de esas sonrisas que hace que se te caigan las bragas, así que me las amarro con un nudo bien fuerte para que se queden en el lugar.

—Gracias por eso de guapa —le digo devolviéndole la sonrisa.

—Es que lo eres —me hace saber Hugo guiándome un ojo.

Pero si tengo para escoger aquí, ¿un rubio o un moreno? Siempre he sido más de morenos pero se apreciar a un bueno rubio.

Un carraspeo me saca de mis pensamientos dándome cuenta de que me los he quedado mirando embobada.

—¿Cuándo nos vamos? —me pregunta Madison cruzándose de brazos.

—Ahora mismo, solo estábamos esperando por ustedes —le respondo brindándole una de mis mejores sonrisas.

Todos juntos emprendemos camino hacia el avión, tomamos asiento y veinte minutos después ya estamos en el aire.

—¿Viste que tensión sexual se creó allá abajo? En este viaje tú te follas o a Lucas o a Hugo —me dice subiendo y bajando las cejas.

—O a lo mejor a los dos —le digo dándole una sonrisa pícara.

—Si hacen un trío me tienes que contar como fue, si en la cara se les ve a esos dos que son una bomba sexual individual imagínate tú en colectivo.

Tenías que ser gilipollas [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora