Capítulo 12

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Narra Paola

Dan la una de la tarde cuando salimos de la piscina y cada uno se dirige a las habitaciones para poder ducharnos. Pasada una hora Madi, Eli y yo nos dirigimos a comer y allí nos encontramos a todos sentados en la misma mesa de siempre, como si fuera un imán mi vista se posa en un atractivo Luchas y bajo su atenta mirada llegamos hasta ellos.

—Hola —saludo sin dejar de mirarlo mientras tomo asiento en una silla desocupada al lado de Simón.

—Hola chicas, las estábamos esperando para poder pedir la cena —nos informa Samantha sonriéndonos.

Verdaderamente pensé que Samantha me caería mal, pero mi radar para detectar barbies huecas se ha equivocado por primera vez, algo muy raro y muy poco probable.

Una vez terminamos de comer decidimos salir a visitar un poco de lugares, casi nos vamos y no hemos visitado nada. Todos juntos empezamos a caminar en vez de tomar un taxi, y menos mal que traigo unas zapatillas y no unas zapatos altos, mi lado racional me da palmaditas en la espalda mientras mi lado diva niega con la cabeza.

Después de caminar media hora llegamos a la espléndida Torre Eiffel y la empezamos a recorrer. Me quedo embobada con las vistas, como a lo lejos puedo dislumbrar el Sacre Coeur como dijo Stefan, toda una preciosidad y tranquilidad ver el río Sena discurriendo entre los edificios—lo sé, me aprendí de memoria lo que Stefan comentó—.

—Por dios cuanta belleza —exclamo impresionada con todo a mi alrededor.

—Así es —me responde Luchas sin dejar de observarme, eso me hace sonrojarme y dedicarle una de mis mejores sonrisas parapollas.

Seguimos recorriendo toda la torre hasta que Hugo se acerca a nosotros y pregunta:

—¿Chicos podemos irnos ya? Mis pies no dan para más.

Todos asentimos porque la verdad era que todos nos sentíamos igual y salimos de la torre para ponernos en marcha hasta llegar al hotel. A mi lado camina una Elisa bien distraída que había de algo que no presto la menor atención ya que me encuentro observando el fantástico culo de Lucas.

—Eso sí es un culo maldita sea —murmuro por lo bajo para que nadie me escuche.

Voy levantando mi vista poco a poco hasta que veo comí clava sus ojos en los míos mirándome por encima del hombro.

—¿Disfrutando de las vistas? —leo que  susurran sus labios.

Expulsa el humo blanco de sus labios y me dedica una sonrisa burlona, si será creído. Estoy a punto de sacarle el dedo pero no me fijo en que hay  una piedra en el camino y tropiezo con ella haciendo que caiga al suelo doblándome el pie.

—Mierda —grito ganando la atención de todos los chicos.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —cuestiona una horrorizada Elisa cuando intenta ponerme de pie, pero el grito que doy hace que le suelte al instante llevándome un buen golpe en la cabeza, doña torpe le dicen.

—¿Están montados en un carrusel de unicornios? —pregunto al ver que todos me están dando vueltas, pero me doy cuenta de la incoherencia que acabo de decir al ver a Stefan acercarse a mí.

—¿Qué te duele?

—El tobillo duele horrores y la cabeza me da vueltas.

—Solo faltan unas calles para llegar al hotel, ¿pudes ponerte de pie? —niego con la cabeza —vale, mantén la calma.

—Y si vez un túnel no te acerques a la luz —exclama el tonto de Hugo.

—¿Eso no es de Shrek?

Tenías que ser gilipollas [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora