ᴅᴏᴛᴇs ᴅᴇ ᴍᴇᴛᴀᴍᴏʀғᴏᴍᴀɢᴏ

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James corría agitado por el bosque, llevaba minutos sintiéndose seguido y no fue hace un par que decidió que sería mejor volver a casa antes de que "eso", o la noche, le alcanzase.

Era temprano, sin embargo, la humedad y la atmósfera gélida hacían del bosque un sitio oscuro y lúgubre. ¿Por qué había decidido salir a explorar en primer lugar? Hmn, seguramente Teddy le reprimiría más tarde, cuando llegara a la mansión.

Le faltaban solo unos metros para rozar el límite y finalmente dar con el claro, y luego, unos cuantos metros más para dar con la enrejada de Malfoy Manor. ¡Si tan solo sus pies no ardieran del cansancio y flaquearan cada cierto tiempo!

Entonces, de repente, y casi como una burla a su suerte, aquella cosa le alcanzó. Una criatura majestuosamente grande, peluda, con un hocico aferrado a olisquiar su cuello. Y rió, se retorció en el fango y se dejó hacer.

—Sí, sí, ya, me atrapaste.

No, el miedo nunca hubo sido real, solo que a su "oso lobo" le gustaba jugar a cazar. El animal de pelaje oscuro azulado sacó la lengua y se sentó en sus patas traseras como un perro. Las risas de James se intensificaron.

—Pareces más un cachorro que un lobo, Teddy.

El lobo ladeó la cabeza y echó sus orejas puntiagudas, afelpadas, hacia atrás.

—¿Sabes? Si yo fuera un metamorfomago, me gustaría ser un lobo como tú. Grande, esponjoso y rechoncho.

Después, de un momento a otro, aquel lobo estaba de pie, convertido por completo en humano. James le pasó una gabardina para cubrir su desnudo cuerpo y lo jaló de vuelta al suelo, obligándolo a acostarse.

—Podía oler tu miedo, ¿estás bien?

James negó con la cabeza.

—No era miedo —aseguró—. Era adrenalina, porque sabía que en cualquier momento saltarías de la nada y me alcanzarías.

James flexionó sus brazos tras su nuca, mirando el cielo casi consumido por las ramas de los pinos.

—Someter es fácil en esta forma, solo muestras tus colmillos y listo, pero yo a ti nunca, jamás, te sometería.

—¿Porque me amas? —James agitó sus pestañas, divertido.

En su lugar, Teddy hizo una mueca.

—Por eso y porque sé que no tendría oportunidad, eres rebelde y te encanta llevarme la contraria.

James sonrió, suspirando satisfecho.

—Me alegra que me conozcas taaan bien.

—Cómo no hacerlo si te vi crecer. Casi, casi que desde pequeño me estabas preparando para fortalecer mi paciencia.

James sofocó una risa.

—¿Fortalecer tu paciencia? Vamos, Teddy, tú eres la paciencia encarnada. No tenía nada de qué prepararte cuando era niño.

Entonces, Teddy jaló de Jamie a su lado para que este recargara su cabeza contra su pecho y así quedar más pegados en aquella posición cómoda sobre el pasto.

Pronto anochecería y tendrían que irse a dormir, era mejor aprovechar ahorita.

A CRAZY MAGIC FAMILY: Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora