ᴛɪᴍᴇ ᴛᴏ ᴇxᴘʟᴏʀᴇ

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Draco, viendo a Albus de reojo dirigiéndose a la puerta, abrigado de pies a cabeza. —¿A dónde crees que vas?

Albus, ajustando el agarre sobre las cuerdas de la mochila; virándose. —A explorar.

Draco, ceñudo. —¿Con este frío? De ninguna manera. No voy a arriesgarme a dejarte arriesgarte a las bajas temperaturas.

Albus, divertido. —Dijiste dos veces "arriesgar" en la misma frase.

Draco, suspirando. —Contigo nunca puedo —acuclillándose a su altura—. ¿Me prometes, serpiente bribona, que no te vas a quitar el gorro y te dejarás la chaqueta puesta?

Albus, asintiendo con entusiasmo. —¡Sí, lo prometo!

Draco,  pinchándole la nariz. —Sé que ninguno de ustedes es fácil de enfermar, pero no deben confiarse; recuerda que cuando más te confías, más están propensas las tragedias.

Albus, apretando los labios. —Llevo mi varita por cualquier cosa.

Draco, asintiendo. —Mantendré la conexión entre ambas de cualquier forma, así sabré si necesitas ayuda.

Albus, bufando. —Ya estoy grande, puedo cuidarme solo.

Draco, divertido. —Claro que sí, bebé grande —besándole la nariz—. Ahora vete, y más te vale llegar antes de que comience a oscurecer o mando a Taffy a buscarte.

Albus, indignado. —¡Mamá!

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A CRAZY MAGIC FAMILY: Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora