A CRAZY MAGIC FAMILY: Segunda Temporada

ᴘʀᴏᴍᴏᴄɪᴏ́ɴ 4x2

Draco, sentado frente a Harry en una mesa en la terraza de un restaurante. —Mira, yo sé que soy complicado, remilgoso...

Harry, interrumpiéndole. —Berrinchudo.

Draco, haciendo una mueca. —Si, berrinchudo.

Harry, asintiendo pacientemente. —Bien, continúa.

Draco, suspirando. —Y que a veces me paso de...

Ron, en otra mesa con Hermione. —... ¡Listo! ¡Está listo mi reporte!

Hermione, sorbiendo vinito.

Draco, revoleando los ojos. —Lo que sea. Hice esta cita para que tuviéramos este tiempo a solas para nosotros, lejos de los niños, de los bebés, nuestros animales...

Ron, tosiendo. —¡No le creas!

Draco, gruñendo. —¡Lejos de tus amigos! —mirando a Harry—. ¡¿Por qué los trajimos?!

Harry, despreocupado. —Promoción 4 x 2.

Ron, metiéndose. —Obtienes dos cenas en pareja y solo te cobran una.

Hermione, jalándolo de vuelta a su mesa. —Perdónenlo, bebió demasiado café esta mañana.

Draco, resoplando. —Harry, de verdad lo siento, lo que te dije hace una semana... Merlín, lo que dije la semana pasada no fue intencional. Ni siquiera fui consciente de que te estaba echando la culpa de todo en el texto que te envié narrandote mis disculpas.

Harry, revolviendo la comida con su tenedor, desinteresado. —Parecía que si.

Draco, sin salida. —¡Pansy me persuadió!

Harry, calmado. —Ahora entiendo.

Draco, con un nudo en la garganta. —Es que nunca supe controlarme. Crecí en un ambiente donde tenía que esforzarme demasiado para sobresalir hasta entre mi propia familia... tal vez por eso soy así de dramático.

Harry, frunciendo los labios. —Yo no lo dije, fuiste tú.

Draco, asintiendo. —Y nunca supe lo que era ser amado sinceramente o amar. Y que fueras tú quién me halla elegido después de todo lo que pasó entre nosotros pues me sigue pareciendo una locura... creo que, después de todo, sigo teniéndote celos.

Harry, atragantándose. —¿Celos? Dragón, somos pareja.

Draco, evadiendo su mirada. —Si, pero a veces se me cruza por la cabeza que solo contrajiste nupcias conmigo para tenerme vigilado y para recordarme que pase lo que pase fuiste tú quien me restregó todos mis errores en la cara. Domesticando... me.

Harry, aguantando la risa. —¿Domesticándote? Dragón, no eres un animal.

Draco, frunciendo el ceño. —No te rías, te estoy abriendo mi corazón.

Harry, dejando su actitud distante a un lado para tomar sus manos juntas sobre la mesa. —Está bien, ya no me río. Pero, ¿De verdad es cierto lo que dices?

Draco, asintiendo. —Sí, creo que al final la psicomaga no hizo bien su trabajo eliminando todas mis inseguridades.

Harry, interviniendo, negando con la cabeza. —No, no, no me refiero a eso.

Draco, curioso. —¿Entonces?

Harry, sonriendo. —Tu disculpa.

Draco, separando los labios. —Ah, sí, es cierto. Todo es ciero. Harry, te amo con todo lo que soy... Salazar, ni siquiera sé cómo soy capaz de decirte esto cuando hace algunos años solo quería empujarte de tu escoba a más de treinta metros de altura.

Harry, divertido. —Dragón...

Draco, sacudiendo la cabeza. —Perdón, me desvié del tema. Pero sí, te amo, y mis disculpas son sinceras.

Harry, asintiendo. —Bien, te perdono.

Draco, sorprendido. —... ¿Así, sin más? ¿No me pedirás ser tu esclavo por tiempo indefinido?

Harry, riendo. —¡No! ¿Qué clase de...? Aunque... tal vez no sea tan mala idea.

Draco, confundido —¿Qué? —comprendiendo, sonriendo travieso—. Oh, encantado de servirte en lo que gustes, San Potter.

Ron, poniéndose verde. —¿Hola? ¡Estamos justo a una mesa de distancia!

Hermione, asqueada. —En serio, chicos, esto fue una mala idea.