ARES #1 // DIOSES DEL OLIMPO

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Dante despertó entre sudores fríos, el golpe aunque no había sido real podía asegurar que no había sido una experiencia agradable - ¿Estás bien? – preguntó Helena al lado suyo.

Este miró a su alrededor sorprendido, era de noche y ya no se encontraban en el Memorial Nacional. En su lugar estaban en el parque de antes de que la Quimera les atacase - ¿Qué ha pasado...? – dijo mientras se tocaba la cabeza adolorido.

- Matamos a la Quimera, pero te desmayaste. Justo en ese momento llegó la policía, al parecer alguien había dicho que había un león suelto por la zona y una patrulla se acercó aunque pensaban que era una broma. Me estoy yendo por las ramas... En resumen, te saqué de allí y te traje de vuelta al parque para poder tratarte – dijo Helena. Dante suspiró cansado mientras intentaba levantarse, pero volvió a caer al suelo agotado – Oye... No hace falta que te levantes. Parece que estamos a salvo, así que descansa -

Dante quiso decir que se encontraba bien, pero la verdad es que el usar el poder de Ares había drenado completamente sus energías. Todo el cuerpo le pesaba como si llevara una armadura de hierro y cada mínimo movimiento le agotaba - ¿Cuánto tiempo he estado fuera de juego? –

- Un par de horas – respondió Helena. La chica se sentó al lado de Dante, permitiendo que el chico se apoyase un poco – Eso ha sido una locura... – 

- Ya me lo has dicho – respondió Dante con una sonrisa.

- Te lo diré todas las veces que haga falta... – contestó Helena molesta.

- Estamos vivos, eso es lo que importa – dijo Dante intentando sonar optimista. Ambos se quedaron un rato en silencio, simplemente mirando la oscuridad, hasta que a Dante le ganó el cansancio y volvió a dormirse.

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- Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría haber causado esta explosión coincide con la descripción de un joven buscado por las autoridades en relación con un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja en dirección al oeste. Aquí ofrecemos una foto de Percy Jackson para nuestros telespectadores – dijo un periodista. Después de pasar la noche en el parque de Washington DC Helena y Dante habían llegado a Richmond y estaban tomando algo en un bar.

Cuando Dante despertó se encontraba bastante mejor por lo que se ofreció a conducir, pero por supuesto Helena se negó y dijo que ella conduciría.

- No sabes conducir una moto – dijo Dante.

- Pues enséñame, seguro que conduzco mejor que tú casi muerto.

- No estoy casi muerto. Solo estoy un pelín herido.

Aun así la chica insistió en conducir, así que después de unas clases exprés de conducción de moto los chicos salieron dirección a Richmond.

- Percy... - dijo Helena sorprendida mientras veía las noticias.

- ¿Cómo la lían tanto? – dijo Dante con una sonrisa – Bueno, si salen en las noticias es que siguen vivos. Eso es bueno –

- Supongo que tienes razón...

- Están en San Luis... Ya van por la mitad del camino. No está mal... - dijo Dante mientras se acababa el café – Nosotros también tendríamos que empezar a movernos. ¿Has acabado? – después de pagar, los chicos salieron del local para decidir lo que iban a hacer ahora - ¿Dónde crees que tendríamos que ir ahora? – preguntó.

- ¿Me estas preguntando? - dijo la chica sorprendida.

- Sí... ¿Tan raro es...? – dijo Dante con una ceja levantada.