XXI

285 35 2
                                    

- ¡¡Maldito mortal!! ¿Todavía no te mueres? - rugió Críos al ver como Dante se levantaba del trono de la memoria.

- Que ruidoso eres... - murmuró el chico, abriendo los ojos. Frente a él estaba el titán, a unos trescientos metros, por lo que se podía ver su viaje por los recuerdos solo había durado un par de segundos. Y parecía que Críos no era consciente de lo que acababa de pasar. Dante miró su propio cuerpo - El trono ha curado mi cuerpo... - dijo para si mismo.

- ¡Muere de una vez! - gritó Críos descargando su porra sobre el trono donde se encontraba Dante. Este simplemente levantó una mano, deteniendo por completo el golpe, casi sin despeinarse.

- Eres muy ruidoso - repitió Dante alzando su mano libre. Por los pelos Críos esquivó las dagas de Cicno las cuales volaron de la anterior caverna para llegar a las manos de Dante - La batalla en el puente fue más divertida... - después se dirigió al titán - Sabes Críos... No eres el primer titán que derroto, Atlas, Hiperion y Cronos, todos cayeron y tú volverás a caer -

- ¿De qué estás hablando? - preguntó el titán sin dejarse intimidar.

Dante sonrió levemente - No podrías entenderlo... Todavía no - le dijo - En fin, acabemos con esto de una vez. Tengo cosas que hacer - Dante bajó del trono de un salto y desató el favor de Ares. La fuerza divina de su padre recorrió todo su cuerpo y liberó enorme olas de poder que golpearon al titán, haciéndole retroceder de la presión.

- No es posible, no es posible. Un simple mortal no puede conmigo, el rey del sur - dijo alejándose de Dante. El titán sabía que algo había cambiado, que quien estaba delante suyo no era el mismo chico de hace unos minutos - Tengo que..., tengo que huir, debo huir -

Dante no pudo evitar sonreír ante estas palabras, ante el más absoluto terror grabado en el rostro de su enemigo - ¿Crees que yo voy a permitir eso? - le preguntó. Antes de que el titán pudiese hacer nada Dante se lanzó contra él a máxima velocidad. Críos intentó golpearle pero Dante destrozó su brazo entero con sus dagas, haciendo que este se le cayese a trozos. Críos intentó huir del chico corriendo hacia la salida de la cueva, pero él lo interceptó y por segunda vez cortó los tendones de sus pies, haciéndole caer al suelo.

Críos se arrastro hasta estar contra una pared, suplicando por su vida - No quiero volver al Tártaro, por favor - le imploró a Dante.

En respuesta el chico clavó sus cuchillos en la barriga del titán y los hizo estallar en llamas, sacando sus horribles gritos de dolor - Tranquilo, no es mortal. Al menos no para alguien como tú, pero sí que duele con locura - dijo con una sonrisa sádica - Antes de matarte quiero decirte un par de cosas - dijo mientras trepaba hasta la cabeza del titán - Mira, cuando vuelvas al tártaro quiero que saludes a Cronos de mi parte. Dile que no voy a permitir que su plan siga adelante, mataré a Luke si es necesario... -

- ¿Quién demonios eres? - preguntó el titán mientras lágrimas brotaban de sus ojos.

- ¿Puedes llorar? Eso sí que es sorprendente. Supongo que todos los días se aprende algo nuevo - Dante clavó sus dagas en los ojos del titán y los prendió fuego - Siempre he tenido curiosidad, ¿se puede llorar con los ojos en llamas? -

- ¿Quién demonios eres? - volvió a preguntar.

- Solo un simple mortal. Bueno... El Rey de los Mortales - murmuró este. Dante alzó ambas armas y las clavó en el entrecejo del titán - Nos vemos en unos años - le susurró antes de que Críos se deshiciera en una inmensa nube de polvo. Dante cayó del cuerpo del titán con agilidad - Y ahora... - murmuró mirando a la titánide.

Mnemósine continuaba atada a una de las paredes de la cueva, Dante caminó tranquilamente hasta estar frente a la titánide de la memoria - Has luchado valerosamente Dante y ve que ya comprendes quien eres, es un honor hablar con el mismísimo Rey de los Mortales - dijo la mujer con una sonrisa mientras agachaba la cabeza en señal de respeto - Ahora, usa el fuego de esas dagas para liberarme -

ARES #1 // DIOSES DEL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora