Capítulo 1 - Alguien mateme

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Mi nombre es Max, son un chico de 16 años de edad, estudio en una escuela con una buena reputación, mi clase es una de las mejores, yo...

Soy alguien deportista, me centro más y eso lleva a qué mis notas en cuanto a tareas y proyectos no sean de lo mejor.

Pero hey, trato de ser el mejor en aquello en lo que soy bueno, mientras eso pasa, el resto no importa.

























Max:
¡¿QUEEEEE?!

Maestro:
No deberías estar tan sorprendido, después de todo, ¿Que esperabas al no presentar tus tareas por casi un mes?

Max:
E-esto debe ser una broma, señor Wilson, usted está bromeando, ¿Cierto?, ¿Por qué no se ríe?

Maestro:
No estoy bromeando, y lo sabes muy bien -suspiró-

Max:
¿P-pero no cree que estudiar en las vacaciones es algo precipitado?

Maestro:
Lo sería si presentáras al menos un trabajo.

Mis ojos se pusieron en blanco y mi boca se quedó abierta de la impresión, aún lo recuerdo, ese día estaba sudando a chorros.

Max:
Pero no puedo estudiar en vacaciones, tengo que ir al entrenamiento de fútbol y ayudar al equipo en los partidos.

Maestro:
Pues me temo que tú equipo tendrá que buscar un nuevo jugador.

Max:
Esto está mal, debe haber alguna forma de arreglar esto -dije mientras sacaba unos billetes de mi bolsillo izquierdo-

Maestro:
Guarda eso o tendré que llevarte con el director.

Max:
Y por eso digo que siempre hay una forma de arreglar las cosas -guardé el dinero rápidamente-

Maestro:
Ahora que lo mencionas.... Tal vez si hay algo que puedas hacer.

Mi cuerpo se estremeció y mi alma estaba apunto de salirse, con ojos aterrorizados di pasos hacia atrás lentamente mientras extendía ambos brazos.

Max:
A-alejese de mi viejo cochino, no soy carne de la que se come.

Maestro:
¡No me refiero a eso idiota!

Aún recuerdo su rostro, parecía como si un perro que se encontraba durmiendo haya sido despertado de golpe.

Maestro:
Aún no soy un anciano pero me vas a sacar canas -susurraba en voz baja-

Max:
¿Y bien?, ¿Que es lo que debo de hacer?

Maestro:
Hagamos esto, si me presentas todos los proyectos, reportes, tareas y ejercicios desarrollados durante todo este mes antes de 24 días, puedes tener tus vacaciones.

Mis ojos se habían iluminado como estrellas y mi cara parecía como la de un niño cuando le regalan un juguete nuevo.

Max:
¡Hecho!, Le presentaré hasta el último párrafo y usted quedará impresionado, solo dígame cuáles son los trabajos, no deben de ser muchos.

Lamento haber pronunciado esas palabras.
Ya que a los segundos pude ver cómo el profesor Wilson sacaba una montaña de papeles de debajo de su escritorio.
Mi piel se puso pálida y una expresión de sorpresa y miedo se hizo presente.

Maestro:
Bien, eso es todo lo que debes resolver, si pones todo de ti creo que podrías desarrollar al menos la mitad en el tiempo acordado, aunque aún así no tendrías la nota, ¿Que dices Maxi? -me vio ahí quiero como estatua mientras mi cuerpo empezó a temblar lentamente- ¿Max?

Y ahí estaba, tratando de escapar del salón de clases mientras mi maestro me sujetaba del brazo derecho, lágrimas caían mientras un grito de bebé se empezo a oír.

Lo admito, creo que no fue la manera correcta de responder pero en serio, ¡Eso parecía imposible de terminar!

Maestro:
¿Ya te calmaste?

Max: Oh claro que sí, estoy de maravilla -dije sarcásticamente ya que me encontraba atado a una de las sillas-

Maestro:
Creeme que yo tampoco quiero esto, pero escucha, puedes pedirle a alguien a qué te ayude a estudiar, pero no pueden darte las respuestas, oh de lo contrario, no creo que solo debas estudiar en las vacaciones

Max:
Entiendo entiendo, solo apoyo, nada de ayuda, quedó claro, pero ¿Usted cree que alguien va a querer ayudarme a completar esa...?, ¡Ni siquiera sé que es! ¡Es una monstruosidad!

Maestro:
Solo son tareas, tareas que no completaste por un mes entero.

Max:
Valió la pena -susurré-

Maestro:
¿Que dijiste?

Max: ¡Que me encanta la tarea!

Maestro:
Esa es la actitud, y respecto a tus trabajos...
Creo que ya se quien podría ayudarte.

Max:
¡Es un milagro! ¡Jesucristo, te amo nene!

Maestro:
No te emociones aún.

Max:
Oh vamos profesor, eh jugado partidos de 5 horas, me eh lesionado la pierna muchas veces, incluso comí pasto por accidente, las tareas no serán problema.

Maestro:
No son las tareas por lo que deberías preocuparte.

Había colocado una hoja con información de un estudiante delante mío, y aquella sonrisa de victoria se transformó en una sonrisa de "por favor, matenme".

Max:
¡NO! ¡POR FAVOR NO, TODO MENOS ESO!

Maestro:
Erika Pinedo, la mejor estudiante de la clase, sacó una nota perfecta en cada prueba, examen, y proyecto, hasta tiene la mejor calificación en respirar.

Max:
Profe, con todo respeto...
¡¡POR FAVOR MATEME!!

Maestro:
Eh oido que sus métodos de enseñanza son un poco... drásticos, además de que parece no tener amigos en todo el salón.

Max:
Oh me preguntó por qué será, ¿Tal ves porque ACABÓ CON UNO DE LOS CHICOS MAS FUERTES ELLA SOLA?

Maestro:
Sinceramente creo que podría ser un poco complicada de entender.

Max:
¡¿UN POCO?!

Maestro:
Pero es la única que aceptaría ayudarte, y no creo que tengas más opciones.

Max:
Creo que preferiría las clases en vacaciones.

Maestro:
No pienso cuidar niños Max, no en mi tiempo libre.

Max: Bieeeen, trataré de no morir en el intento -dije un poco desanimado-

Maestro:
Al fin estás madurando, te felicito -se agachó para acariciarme la cabeza-

Max:
Oiga, mi cabello -hice un pequeño puchero-

Maestro:
Te deseo suerte Max, la necesitarás -dijo saliendo del salón-

Max:
Gracias....






























Max:
¡¡¡HEY!!! ¡SE LE OLVIDÓ DESATARME!
¡¡¡¡MAESTRO!!!!

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Fin

Amores Secretos - la guía de lo que no debes hacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora