Ceniciento
Cap 9*Narra Jungkook
Cuando regresamos la reina nos estaba esperando para almorzar.
Tenía miedo que la felicidad que sentía fuera demasiado evidente.
Reina Seok Jin: Jimin hijo, por favor comparte éste almuerzo con nosotros.
Ming yoongi: Pero su alteza, el es nuestro sirviente, no creo que sea prudente.
La reina la miró sonriendo.
Reina Seok Jin: Él es amigo de mi hijo, y eso es invaluable para mi- miró a Jimin con amor- para mí es un placer compartir contigo Jimin.
Mí madre era genial, y esas brujas no lograron opacar mi felicidad.
Jm: Muchas gracias alteza.
Las hermanastras de Jimin lo miraron enfurruñadas.
El almuerzo fue agradable gracias a la cordialidad de mí madre para con todos.
Yo estaba feliz de disfrutar ese momento con Jimin y cada vez que podíamos nos rozabamos las manos o nos sonreíamos de manera cómplice.
Cuando regresamos me acerqué a Jimin.
Jk:¿Podemos vernos ésta noche?.
Jm:¿Ya me extrañas?- me susurró en mi oído, logrando que me ruborizara.
Jk:¡Mmm!, en el centro a eso de las 9:00 pm.
Jm: Esperaré ansioso por tí- volvió a susurrar en mi oreja, mientras presionaba suavemente mi mano y me miraba a los ojos.
Bajé la cabeza tímido, ¡moría por un beso!
Jimin sonrió pícaro sabiendo las ganas que le tenía.
*Narra Jimin
A las 9:00 pm en punto apareció Jungkook.
Obviamente con capucha.
Esta vez yo estaba nervioso, porque por primera vez, aclarados nuestros sentimientos, nos reuníamos a solas.
Jm:¡Hola!- le dije tartamudeando un poco.
Jk:¡Hola!- me respondió un poco agitado también.
Jm:¿Dónde iremos?.
Jk: te quiero llevar a un lugar especial para mí.
Le tomé la mano y sonreí.
Jm: Donde tú quieras llevarme, yo voy.
Jungkook apretó mi mano y me jalo para que lo siguiera.
Llegamos a una placita pequeña que tenía juegos para niños y banquitas de colores.
Jk:¿Te gusta?- me miró ansioso esperando mi respuesta.
Jm: Es lindo aquí, nunca la había visto.
Jk: Mingo la descubrió y desde ese día vengo cuando necesito relajarme y mirar las estrellas, en este lugar puedes apreciarlas en su total plenitud.
Lo quedé mirando enternecido, ¿cómo podía ser tan lindo?
Me acerqué y le quité la capucha.
Jungkook me miró con sus ojos llenos de un brillo indescriptible, como decirle que yo no necesitaba ver las estrellas si tenía sus ojos mirándome así.Jm: ¡Ven, vamos!- tomé su mano y corrí con él a los columpios- te reto, a ver quién llega más alto.
Jk:¡Hecho!.
Mientras nos columpiábamos, nos relajamos y reímos felices.
La verdad esta noche era maravillosa.
Nos sentamos en una banquita con su espalda pegada a mi pecho y mis brazos rodeándolo .Jk: Me quedaría contigo así por siempre.
Jm: Eres un cursi, ¿lo sabías?.
Jungkook río bajito.
Jk:¿No te gusta?- preguntó coqueteando.
Le dí un beso en el cuello, para luego susurrarle al oído.
Jm: Me encanta, me estás volviendo loco Jungkook.
Movió su cabeza para mirarme a los ojos.
Jk:¿Cuánto?- me preguntó sin asomo de vergüenza.
Jm:¡Te estás volviendo un descarado!, mereces un castigo.
Jk:¡ Castigamé entonces!.
Yo ya no sonreía porque mi corazón palpitaba furioso en mi pecho, estaba sediento de sus boca, cuando nuestros labios hicieron contacto cerré mis ojos para centrarme en las sensaciones que Jungkook provocaba en mí.
Su mano se deslizó por detrás de mí nuca para acercarme más a él y profundizar el beso.
Me faltaba el aire pero no quería separarme de él.
Era nuestro primer beso conscientes ambos de nuestros sentimientos, amándonos y entregándonos sin reservas.
Nos besamos incontables veces, nuestros labios estaban hinchados y rojos.La noche era mágica, lástima que llegó la hora de separarnos.
Lo acompañé de regreso haciendo el trayecto lentamente, renuentes a la separación.
Cuando llegamos a palacio Jungkook se abrazó a mi cuerpo, nuestros corazones latían al mismo compás.
Jm:¿ Mañana en casa de V?.
Jk: Si, no hallo las horas de que sea mañana.
Nos quedamos unos instantes así, abrazados.
Jm: Jungkook entra, sino no te dejaré ir.
El río feliz al escuchar mis palabras y me ofreció su labios una vez más, lo miré dulcemente al ver su candidez.
Jm: Me la pones difícil Jungkook.
Y sin más preámbulos lo besé por última vez esa noche.