No te debes enamorar.

-Cuarenta y Uno-

- ¡Muy bien Halley! - grita Sol, la entrenadora del equipo - ¡Agatha concéntrate!

- ¿Está todo bien? - le pregunto a la arquera de nuestro equipo. Fuera de la cancha no nos llevamos, pero dentro somos un equipo.

- Si, solo estoy que hoy recibí una carta de la universidad, estoy en lista de espera.

- Eso es bueno - añado mientras tomamos agua - A mí no me ha llegado ninguna respuesta - miro mis pies.

- Eres Halley Colman, seguramente las universidades te ofrecerán becas - me da un golpe amistoso - Cierto, tengo un partido con unas chicas de la universidad de Londres, están aquí por un campeonato y conseguí una prueba para el equipo, el entrenador me dijo que si conocía a una buena delantera la llevara conmigo a la prueba. ¿Quieres ir?

- Eso sería genial, gracias Agatha.

- Es en dos semanas - ata sus agujetas.

- Lo anotaré ahora - dejo el agua junto a mis cosas.

- Señoritas - nos reprende Sol - ¿Las estamos molestando?

- Lo sentimos - regresamos a la cancha.

- Bueno, tendremos un partido amistoso contra los chicos - vemos al equipo masculino posicionarse del otro lado. La rivalidad existente entre nuestros equipos es mucha. Llevamos un empate en todos los partidos amistoso que hemos jugado, es más, nuestros entrenadores llevan un registro de partidos ganados y perdidos.

- ¿Lista para perder Colman? - Fran se burla al pasar a mi lado.

- Recuerdo que les pateamos el trasero la última vez que jugamos.

- ¡Capitanes al centro! - grita Sol. Me levanto las calcetas y ajusto mi cola de caballo, frente a mi esta Logan, mi corazón da un salto. Él sonríe tímidamente y aparta la mirada - Como siempre, quiero un juego limpio, jugaremos dos partidos de 25 minutos. ¿Entendido?

- Si - decimos a la vez.

- ¿Cara o sello? - mira a Logan.

- Las damas primero - Sol y yo ponemos los ojos en blanco.

- Señor Ibrahim, déjese de estupideces y escoja uno - dice mi entrenadora.

- Cara - veo como la moneda vuela por el aire y cuando ella la atrapa nos muestra el sello.

- Halley, ¿cancha o centro? - miro la posición del Sol.

- Queremos cancha.

- Chicos comienzan con el centro - y así empezamos otro de nuestros duelos en la cancha. Nos tomamos esto más en serio que un campeonato, los chicos siempre nos están molestando, así que cada oportunidad que tenemos de molestarles lo buenas que somos lo hacemos.

Detengo la pelota con el pecho y la siento golpear en mi pie, soy delantera por la simple razón de que soy una de las más rápidas del equipo. Miro a Daniela a mi lado, le doy un pase y corro hacia el arco, cuando estoy por llegar veo como la pelota vuela por el aire, me impulso hacia adelante y salto para poder cabecear y hacer el gol, pero antes de elevarme lo suficiente siento como algo impacta en mi cuerpo y caigo de un golpe seco contra el suelo. Siento como mi pierna comienza doler, la misma del accidente. Hace varios días que me ha estado doliendo al entrenar.

- Lo siento Ly- Logan me extiende su mano y la rechazo, me pongo de pie rápidamente y al asentar el peso sobre la pierna siento como duele un poco.

- ¿Estás bien? - Zed está a mi lado.

- Si, solo fue un mal golpe.

- Esto te ayudará con el dolor- Zara, otra de las chicas del equipo, me rocía analgésico en spray.

- Gracias - siento como el dolor se aplaca.

- Mano de Ibrahim, Halley cobra el centro - me indica Julián, el entrenador de los chicos.

Me coloco frente a la pelota, hago unos estiramientos de la pierna para que el dolor se disipe más rápido. Miro a José, el arquero, su sonrisa como siempre me anima. Doy un paso para atrás y pateo la pelota a la esquina superior del arco. Perfectamente direccionada, la pelota entra al arco, pero no tengo tiempo de celebrar, siento como mi rodilla duele. Me dejo caer en el suelo y me sujeto la pierna, me duele muchísimo.

- Ly, ¿estás bien? - Logan está a mi lado.

- No, me duele la rodilla.

- ¿Es la pierna del accidente? - siento sus manos sobre mi pierna y una serie de corrientes eléctricas recorren mi cuerpo.

- Si, creo que me la acabo de lesionar- levanto la mirada y me encuentro fijamente con sus perfectos ojos, la preocupación en su rostro es evidente. Solo nos miramos y ninguno atina qué decir. No separo mis ojos de los suyos.

- ¿Puedes caminar? - Agatha nos mira aguantando una carcajada, seguramente parecíamos escena de película romántica.

- Creo que si- digo poniéndome de pie con la ayuda de Logan. En cuanto pongo peso sobre mi pierna siento como si alguien me hubiera golpeado la pierna con un martillo - ¡Auch! - digo conteniendo las lágrimas de dolor.

- Ibrahim- dice Sol - Ya que tú ocasionaste esto por favor lleva a Halley a la enfermería.

- No te preocupes - aparto su mano- Puedo ir sola - cojeo un poco, pero en cada paso siento como si mi rodilla fuera a explotar.

- No seas necia Halley, solo vas a empeorar las cosas - sin preguntar me carga en sus brazos. Creo que mi corazón es el menos oportuno, no es un buen momento para latir sin control

- Ve a qué te revise el doctor- dice Julián - No sería bueno que la estrella del equipo se lesione semanas antes del último campeonato.

Me dejo llevar por Logan, pero ninguno habla, tengo mis brazos alrededor de su cuello para no caer. Percibo el olor de su perfume, ese olor que me trae tantos recuerdos, recuerdos que me dan una punzada en el corazón. Debo a olvidarme de él, de todo lo que siento y la única manera de hacerlo es dejando de ser su amiga, porque mientras lo tenga rondado cerca de mí, mi corazón va a latir a mil por hora, porque no puedo verlo como un amigo, no mientras sienta lo que siento por él.