-Treinta-

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Es mi última noche aquí y estoy decidida a pasarlo bien y demostrarle a Logan que lo que él haga o deje de hacer me tiene sin cuidado. Me pongo un hermoso vestido blanco y mis vans, dejo mi cabello suelto y me maquillo un poco, hoy voy a disfrutar en la discoteca. Alguien golpea la puerta de mi habitación es Taylor
- Hola hermosa- me dice con un beso en los labios
- Hola- no he tenido el valor de decirle  a Tay que no puedo seguir con esto, estoy segura de lo que siento por Logan y no quiero lastimarlo por eso, así que tengo que encontrar una manera de decirle
- Tengo que hablarte de algo- dice serio
- ¿Qué pasa?- digo haciéndolo entrar a la habitación
- Es que hoy escuché una conversación que tenía Logan con uno de los chicos de nuestro salón, y le decía que tu estás loca por él y que sin importar lo que haga tu siempre estás ahí como un perrito- con cada palabra siento mi sangre hierve y la rabia se esparce por mi cuerpo- que te tiene comiendo de la palma de su mano
- Tay ¿te parece si nos vemos en la discoteca del hotel dentro de un rato?- pregunto molesta y acercandome a la puerta
- ¿Qué vas a hacer?
-Tengo que matar a alguien- salgo en buscan del imbécil que creí que era mi mejor amigo.  Y lo encuentro con otros chicos del salón riendo
- ¡Ibrahim tenemos que hablar!- le digo enojada y veo la mirada de los demás chicos- A solas- en el instituto soy conocida por la capacidad que tengo para matar a alguien cuando estoy enojada
- ¿Qué pasa Ly?- pregunta en tono arrogante
-¿Qué pasa Ly? ¿Es en serio? ¿Acaso estás estúpido?- estoy gritando- Creí que eramos amigos maldito idiota, te he ofrecido mi amistad los últimos meses y tu creo que lo confundiste, porque sí, me gustas, pero de ahí a que pienses que yo soy como tu perrito, ni lo sueñes no tienes tanta suerte
- ¿Quién te lo conto?
- ¿No lo niegas verdad? No puedo creer que alguien pueda ser tan basura como tu lo eres
- ¿Qué pasa Ly? ¿Decepcionada?- me mira a los labios y se acerca, pero las ganas que tengo de matarlo son más
fuertes que la atracción
- ¿Acaso crees que solo tu puedes jugar este juego?- digo acercándome más a él, no estoy segura de lo que hago , pero debo intentarlo 
- No lo creo, estoy seguro de eso- Dice  tratando de ocultar sus nervios y ¿Miedo? Si, miedo, lo puedo sentir
- ¿Acaso te pongo nervioso?- digo con una sonrisa arrogante en mi rostro  
- No, para nada- pasa saliva, esto me recuerda tanto a nuestro incidente de ayer 
- ¿Y así te pongo nervioso?- digo acercando mi rostro al suyo, él no hace el mínimo intento por retroceder 
- No, porque se que nunca me besarías - dice recobrando la compostura y su pose de niño bonito 
- Eso es lo que tu crees- hay un centímetro que separa mis labios de los suyos - No sabes que dos pueden jugar a esto- digo lamiendo mis labios, a los que él posa sus ojos en ellos 
- Claro que dos pueden jugar, siempre y cuando los dos se atrevan a jugarlo bien y a arriesgar todo- su sonrisa de seductor me esta cansando 
- Creeme que soy capaz de arriesgar mucho, si es lo que necesito para ganar este juego- digo todo esto lento y calmado, mientras mis labios están más cerca de los suyos 
- Demuéstralo - dice riendo. Él cree que yo soy una asustadiza, me está retando, y por supuesto se lo voy a demostrar
- Con gusto- digo pasando mis brazos por su cuello y besándolo, pero no es algo suave y tierno, por el contrario, es feroz y atrevido. Ambos buscamos tomar el control del beso, al ser un par de impulsivos queremos tener el control de todo. Nos separamos por la falta de aire, él tiene los labios rojos e hinchados, así que supongo que los míos están iguales. Sin alejarme mucho le digo- Cuida tus palabras Ibrahim, antes de que te des cuenta estarás tan enamorado de mi, que no dejarás de pensarme ni un minuto del día. Y para ese momento destrozaré tanto tu corazón, que nunca más vas a tener ganas de enamorarte de alguien. Acabaré contigo- digo con una sonrisa radiante, tal vez son palabras duras, pero se merece escucharlas. Y yo pienso cumplir todo lo que le dije, después de que Zed me engañó con esa rubia teñida me prometi jamás enamorarme, y casi lo olvido por un segundo al pensar que mi mejor amigo no sería capaz de lastimarme y aunque Logan me gusta, eso no es amor. 
- Ly, Ly, Ly, espero que no se te de vuelta la tortilla, y termines tu enamorada de mí 
- No te preocupes, eso no sucederá- mi voz suena segura y decidida, me siento orgullosa de mi
- Mejor porque no dejas de tratar de jugar a la niña mala y vuelves a ser la Ly dulces de antes
- Porque mejor no te matas- digo enojada
- ¿Que es lo que mas te enoja, que yo te guste y no te corresponda o que no te crea ese papel que actúas tan bien?- lágrimas de rabia se acumulan en mis ojos- ¿Qué pasa Colman, te quedaste sin palabras?
- En serio no puedo creer que seas esta basura de persona y que nunca me dí cuenta de que no te conozco para nada- mi voz se corta por las lágrimas, probablemente no son solo de enojo, sino de tristeza al darme cuenta de que la persona que mejor creí conocer no es mas que un imbécil
- Creo que ya se que es lo que te pasa y lo que te enoja tanto, y es que yo te guste sin importar lo que haga, asi que ¿qué decías de no ser mi perrito?
- Sabes que olvida mis palabras de que destrozaré- siento como las lágrimas se deslizan por mis mejillas pero no hago el intento de limpiarlas- No lo vales, no te haré nada y no es porque no pueda, sino porque no quiero saber nada más de ti ni de tus estúpidos problemas- y ahí estaba de nuevo mi llanto descontrolado- Así que alejate de mi y no te vuelvas a acercar, que no quiero saber nunca más nada de ti- doy media vuelta y voy a buscar a algun un baño para limpiarme el rostro y despues ir con Taylor a bailar para pasar un buen rato la ultima noche. Pero antes de que me aleje veo como Francisco se acerca
- ¿Qué paso Ly?
- Pregúntale a Logan- me alejo rápidamente, pero alcanzo a escuchar una parte de su conversación
- ¿Que pasó con ella?- su voz suena enojada
- Solo otra niña enamorada de mi- y despues de esto corro lo más rápido que puedo a buscar un baño

No te debes enamorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora