Capitulo 5

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Narra YoonGi

Me sentía como Caperucita rojo, una Caperucita con pene que en lugar de canasta llevaba un bate y no me iba a encontrar con un lobo, si no con muertos vivientes que intentarían comerme a cualquier costo. Bieeeeen, que se note mi entusiasmo por favor.

Mientras caminaba con el bate recargado en mi hombro noté algunos arbustos moviéndose, okay el pánico empezó a invadirme, pero me empecé a acercar lentamente, cuando estuve cerca moví las hojas con la partes del cuchillo de mi bate, y encontré... un ¿pequeño conejo?

—¿Que demonios?, porque estás... ohh no— cuándo voltee me di cuenta de porque este pequeño estaba aquí solo y sin su madre, trampas de cazadores. El pequeño de milagro no estaba herido y eso se debe a un búho que no tuvo la suficiente suerte y terminó siendo aplastado por la trampa.

Entonces caí en cuenta, no solo cerraron por la remodelaciones, cerraron porque los que rentaban las cabañas eras cazadores y venían solo a conseguir más de sus próximos trofeos.

Ese conejito era como yo, estaba igual de solo que yo y sobretodo... fue abandonado igual que yo, con sumo cuidado me dediqué a tomar al pequeño animalito, que es de un color tan blanco que parecía una pequeña bola de nieve a excepción de las puntas de sus orejas y su colita que eran de un café suave, y lo coloqué  en el interior del bolsillo de mi sudadera.

—¿Porque hago esto?, Ni si quiera se como encontraré tu comida— Pude sentir como el pequeño se retorció para acomodarse mejor y una pequeña risa salió de entre mis labios— Supongo que tenerte conmigo es mejor que dejarte morir.

Seguí caminando estabas más concierte de que tenia a una pequeña criaturita y que podría lastimarse si hacia movimientos bruscos.

Oh ¿les había mencionado que quería ser veterinario?, obviamente no pero mi amor por los bichitos cuando era niño escaló, ya no solo a los bichos los animales también eran mi adoración. Por lo tanto sabía lo que necesitaba el pequeño conejo, pero teniendo en cuenta que era un conejo salvaje eso estaba a mi favor, en este inmenso lugar podría encontrar lo que necesitara.

Se veía lo suficiente mente grande para poder comer, parecía ya no necesitar leche materna así que con eso se conformaba. Se encontró con lo que el suponía era la parte prohibida del bosque la hierba era mucho más alta, así que con el cuchillo corto bastante de esta.

Con las manos llenas regreso a las cabañas.

—Por lo menos ya no estoy solo— seguí caminando hasta que llegue a mi casa provisional

Entonces ruidos empezaron a escucharse del matorral, empece a apresurarme cerré la puerta con seguro y rápidamente saqué  una toalla la puse en el suelo y deje al inofensivo animal junto con la gran cantidad de alimento.

Entonces con bate en mano salí cerrando la puerta y caminando rápidamente hacia el centro de las cabañas.

Escuche un grito y pasos acercándose, una de las criaturas estaba acercándose, era un cazador mucho más grande y robusto que yo.

— Mierda — se movía más rápido de lo que pensé, estaba casi por echarse encima mío, así que decidí esperar a que saltara y en cuanto lo hizo me tire hacia la derecha, ahora tenía ventaja con esa cosa en el suelo, pero rápidamente empezó a arrastrarse hasta llegar a mi pierna.

Antes de que me mordiera lo golpe con el bate, logré alejarlo pero el terreno irregular lleno de piedras me hizo caer, arrastrándome hacia atrás me levanté rápidamente y cuando tenía al aliento de ese monstruo casi en mi cara le enteré el cuchillo en la garganta, esta vez dejo de moverse.

Su sangre salpico en mi cara y parte de mi sudadera. La carne se iba deslizando son el cuchillo así que usando mis dos piernas empuje el cuerpo, sacando el cuchillo y cayendo hacia atrás.

Con la respiración agitada y las piernas temblorosas empecé a levantarme lentamente usando como soporte mi "bate".
Acababa de patear a una persona qué tal vez en peso era dos veces lo que soy yo. Cuando estuve de pie me sentí asqueado todavía tenía sangre de esa criatura sobre mí así que con pasos rígidos me dirigí a la cabaña, en el baño empecé a lavarme la cara, me quite mi sudadera y me quede con mi camisa.

Levante la mirada y me vi a mi mismo en el espejo — Estoy traumatizado— dije mientras daba una leve sonrisa, en estos momentos solo yo podía animarme a mi mismo.

En ese momento recordé al pequeño ser que había dejado en el cuarto, así que llene el lavabo con agua y avente mi sudadera.

Ya en mi cuarto el pequeño conejo se acercó a mi y yo lo levanté, sonriendo completamente y me acosté en la cama mientras veía como el pequeñín se acurrucaba en mi brazo. De repente olvide todo lo que me rodeaba y me concentré solo en el.

Vamos a sobrevivir [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora