Se que no soy una chica normal. Al fin y al cabo, ¿qué persona ha sido entrenada desde niña para defenderse y para matar?
No me acuerdo de lo que pasó aquella noche oscura, ni porque a partir de ahí todo se me ha borrado. Lo único que quería eran re...
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Después de lo de ayer no me iba a quedar parada, algo haría para que me respetaran.
Tenía algo de apoyo en mis nuevos amigos.
Lo que necesitaba era conocer mejor este sitio, y ayer Axel y Luka, se ofrecieron a hacernos un pequeño tour y a explicarnos que debíamos y que no debíamos hacer.
Habíamos quedado a las seis de la mañana en nuestra celda, es decir, nos iban a venir a buscar. Teníamos hasta las siete y media, ya que a esa hora sonaba la sirena y sería con la que deberíamos despertarnos, para que después a las nueve empezaran las clases.
–Ludo.
–Cass.
–¿Estáis despiertas? –susurraba el rubio.
–Si, ahora vamos, me pongo la gabardina y salgo. –dice Ludo por las dos.
Me visto, y como de costumbre, me pongo el uniforme y mis tacones negros de Christian Louboutin, el único accesorio que puede ser diferente, aunque obligatoriamente los zapatos tienen que ser negros en su mayoría. Agarro la daga, y me la guardo en un arnés que até a mi pierna y escondí bajo la falda.
Ludo manejaba muy bien las armas también, aunque yo era bastante mejor, con diferencia, que muchos usando armas blancas y peleando. Tenía en su mesita de noche una pistola, aunque no le servía de mucho, ya que solo le quedaban dos balas.
Salimos de la celda haciendo el menor ruido posible y bajamos por las escaleras. Eran anchas y tenían una alfombra roja, que jugaba a mi favor, ya que con los tacones no hacía apenas ruido.
Fuimos al patio, que es bastante grande. Está rodeado por unos soportales, los cuales dan al patio del internado y al interior de éste. En el medio del patio hay una fuente no muy grande, pero bastante elegante y lujosa.
En el patio hay una gran cantidad de árboles, y para que no nos vieran, decidimos subirnos a ellos.
–Esto de los escapes nocturnos me renta mucho la verdad. –dice Axel cuando ya estábamos asentados en los árboles.
–Si, esta bien, pero yo no paro de darle vueltas a lo de Elle Evans y ese tal Félix. –añado.
–No se te van a volver a acercar, pero para eso, necesitamos que te tengan respeto. –contesta Luka.
–Aquí en este sitio me odian. Necesito saber lo que se me viene encima.
–De lo que se trata este sitio es de convertirnos en armas de combate, y si pueden sacarle dinero a nuestras familias pagando para que estemos aquí, mejor para ellos –explica Luka. –pero en tu caso, se trata más de un secuestro, a modo de venganza, –hace una pausa –, o eso es lo que parece. Y en parte, también porque eres buena con las armas en general.
–Con mi padre... lo raro sería que no intentaran matarme. –digo sonando muy decidida. –Pero lo que me preocupa es Elle y Félix, es verdad que no tienen nada que hacer conmigo, porque yo si quisiera, los mataba a los dos de un único tiro. Háblame un poco de ellos y de sus familias.
