14. 𝗱𝗲 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗰𝗵𝗼𝗹𝗼

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— Jinnie, cariño— Jeongin volteó a ver a su pareja salir del baño de la habitación— Pásame a Jungwon, debo darle de comer.

Hyunjin caminó hasta la pequeña cuna que el hospital les había prestado para su estadía ahí, tomó al pequeño recién nacido apreciando nuevamente sus pequeñas y tiernas facciones, era como ver a Jaemin, ambos eran idénticos; sus ojitos cerrados, su naricita rosadita y pequeña y sus pequeños pero abultados labios. Sin duda sus hijos eran hermosos.

—Toma —Jeongin tomó a su pequeño en brazos, abriendo un poco su bata para comenzar a amamantar a su bebé —Tu madre me llamó hace un rato — Jeongin lo miró atento. —Dice que en unas horas vendrán a verlos, Jaemin está emocionado por conocer a su hermanito.

Ambos sonrieron enternecidos, el día que Jungwon nació Jaemin no pudo estar presente, había enfermado días antes por lo que aún no se había recuperado. Habían pasado dos días desde la llegada del pequeño Hwang Jungwon y Jaemin al fin podría conocer a su hermano.

Después de unas horas dos mujeres junto a un pequeño emocionado, entraron lentamente por la puerta de la habitación blanca.

—Papi —El pequeño castaño se acercó a su padre que se encontraba recostado sobre la camilla — ¿hemanito? —preguntó señalando el bulto que el adulto cargaba.

—Jaemin, te presento a tu hermanito, Jungwon —Hyunjin se había acercado a su hijo mayor, cargándolo y acercándolo un poco más a los dos contrarios, todo eso siendo fotografiado y filmado por las dos mujeres mayores.

Jaemin apreció los pequeños y casi imperceptibles gestos que su hermano menor hizo. Quedó maravillado por lo pequeño e indefenso que este se veía.

[Serás mi esclavo, ya te chingaste]

—Ahora eres un hermano mayor, Jaemin— Jeongin le sonrió a su hijo —Confiamos en que lo cuidarás y le enseñarás las cosas que ya sabes, ¿crees poder con esta misión? —Jaemin asintió con una gran sonrisa, sus padres notaron el brillo en sus ojos, sin duda sería un excelente hermano mayor.



⇨  TRES AÑOS DESPUÉS


—PAPÁAAA —Hyunjin despertó asustado por tal grito, proveniente, sin duda, de su hijo mayor, Jaemin.

—Papi —Jungwon se acercó a la cama de su padre, tirando levemente de la sábana que lo cubría —Tenemos hambe.

Su esposo, Jeongin había salido aquel día, tenía unos pendientes que atender sobre su trabajo y cómo Hyunjin tenía el día libre se quedó a cuidar de sus pequeñas crías. Grave error, como es que Jeongin seguía encargando a su esposo de cuidar a sus hijos sabiendo que perdió a Jaemin en el súper y hace unos meses casi olvidaba a Jungwon en la guardería.

—Vamos, les haré algo —Se levantó con flojera de la cama, cargando al peli negro que mantenía sus brazos alzados para que lo cargaran.

Jaemin corrió, con cuidado, hasta la cocina, feliz de que al fin comería algo, hacía unas pocas horas habían comido pero el pequeño era de gran apetito, por lo que necesitaba ser alimentado cada cinco minutos, según el pequeño.

— ¿Papi Innie? —Jungwon no era de hablar en demasía, era un pequeño realmente tranquilo, sin duda la viva imagen de Jeongin. Todo lo contrario, a Jaemin, el pequeño de 4 años era la viva imagen de su padre Hyunjin. —- ¿Taldara muto?

—No peque, no debe tardar mucho —beso la cabecita de su pequeño mientras lo sentaba en su sillita, comenzando a preparar un poco de comida para sus hijos.

Jaemin y Jungwon realmente se llevaban bien, eran los típicos hermanos que nunca se separaban, si Jaemin quería hacer alguna travesura Jungwon terminaba evitándolo por miedo a que su hermano mayor se lastimara. Muy tierno, a decir verdad.

Como hace años Jeongin le había pedido, Jaemin se encargaba de cuidar a su hermanito, no dejaba que se acercara a lugares altos o que incluso corriera. Cuando salían, ya fuera a pasear o a hacer mandados junto a sus padres, el castaño procuraba siempre tomar la mano de su hermanito, evitando así que el pequeño se pudiera perder o caer al tropezar.

—Aquí tienen —Hyunjin dejó los platos de sopa frente a cada uno y los ayudó a comer, tomando una que otra cucharada para él mismo. —Vaya, me quedó rica.

Jaemin alejó la mano de su padre, era su comida no del adulto frente a él.

[Consíguete la tuya]

En cambio, el pelinegro menor, esté incluso acercaba su plato a su padre, al ver cómo comía de sus platos pensaba que su padre estaba hambriento. No quería que tuviera hambre.

—Come, come —Acercó más su plato al mayor, quien sonrió con ternura y siguió alimentando a su hijo.

—Come tu enano —le dio otra cucharada. —Yo solo quería probar, no tengo hambre.

Y así pasó la tarde, terminaron de comer y Hyunjin les dio un baño a sus hijos, cuidando no inundar la casa de nuevo, no quería volver a cambiar su piso. Después del baño los pequeños durmieron sobre el pecho de su padre en la gran cama de su habitación.

Jeongin llegó a eso de las 8, ya estaba oscureciendo por lo que no se sorprendió al ver a su pequeña familia durmiendo en medio de la su cama.

Sonriendo se dirigió al baño y tomó una ducha, saliendo se puso su pijama y se acostó a un lado de su esposo e hijos.

—Papi...—El menor de la familia levantó su cabecita y dirigió su mirada al recién llegado- tes tañe.

—Y yo a ti pequeño —Jeongin abrazó a su bebé y durmieron juntos.

Hyunjin despertó a mitad de la noche, notando que su pareja ya había llegado, tomó a Jaemin y lo puso en medio de ambos adultos, junto a Jungwon. Abrazo como pudo a los tres mejores y beso tiernamente sus cabezas.

Puede que muchas personas lo tacharan de idiota o que dijeran que no podía cuidar de su familia. Pero estaban equivocados, Hyunjin desde que había comenzado a salir con Jeongin lo único que pensaba era protegerlo, importándole muy poco lo que dijeran o hicieran para alejarlos.

Cuando se enteró de su primer embarazo, el día que Jeongin le dio la noticia había decidido dar todo por aquellas dos personitas, buscó un empleo de medio tiempo para seguir estudiando y en el futuro conseguir un empleo aún mejor.

Y lo hizo, consiguió abrir una galería de arte, un primo suyo buscaba vender sus cuadros, por lo que hicieron un trato y pudieron hacer crecer tal negocio, con el tiempo aquella pequeña galería se convirtió en una gran empresa, dándole así una mejor calidad de vida.

Al poco tiempo Jeongin le pidió matrimonio y a eso le siguió la noticia de que sería padre por segunda vez, nada lo había hecho sentir más feliz que el saber que su familia crecería.

No le importaba que fuera en ocasiones un adulto infantil o que la gente lo mirara y le dijera que era un idiota por x motivo. Lo único que le importaba era ser un gran ejemplo para sus hijos y un pilar de apoyo para su esposo.

Tenía a la mejor familia, Jeongin era el mejor chico que pudo haber conocido, con quien se pudo haber casado. Jaemin, ese pequeño niño revoltoso, sin duda era un niño inteligente y lleno de valor, cuidaba de su familia cuando él no estaba, era el pequeño guardián de todos. Y Jungwon, el pequeño pelinegro tímido, era un chiquito honesto y se preocupaba por todos, sin duda necesitaba que lo cuidaran, no le gustaría que en el futuro le hicieran daño.

Cuidaría de su familia sin importar lo que pasara. Porque era el padre de aquella familia.

Un padre cholo...


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UN PADRE CHOLO, hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora