Capítulo 15

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- ¿Quién quiere ir a comer pizza? – preguntó en voz alta, mirando a sus pequeños por el retrovisor.

- Yo – respondió el mayor rápidamente.

- Pa – murmuró Jisung – ¿podemos ir antes a casa? Quiero ducharme –

- Lo siento, Jisung. Tu papá no sabe que tiene que esperar a que salgas de los vestidores –

Por supuesto que lo sabía, pero la bestia come niños estaba ahí también y no permitiría que se acercara a su bebé.

- Lo tendré en cuenta – sonrió inocentemente – pero sí, podemos llegar a casa –

-  Bien – se apoyó en su asiento.

- Pa – llamó Jeno

- ¿Qué sucede hijo? –

- ¿Puedo salir hoy? –

El mayor miró a su empleado junto a él.

- Sí – respondió Jungwoo en su lugar.

- Gracias – dijo volviendo apoyándose en el respaldo.

Jaehyun casi estrella su auto por perderse en la sonrisa de su muchacho.

- Lo estás haciendo bien – le susurró el niñero apenas los chicos comenzaron a conversar entre ellos.

- ¿De verdad? –

- Sí – sonrió – y gracias por respetar mi autoridad –

- ¿Qué puedo decir? Me gusta mi cabeza en su lugar –

- Que gracioso – entornó los ojos – pero en serio... -

- No es nada – se encogió de hombros.

Él merecía su lugar, después de todo.





- Siento que falta algo – miró su reflejo.

- Un pendiente – respondió su hermano, mirándolo también.

- No me lo permiten –

- Tampoco a mí – hizo un puchero - ¿crees que tengas suerte? –

- No – acomodó su camisa – pero vale la pena intentarlo –

- Supongo que sí –

- ¿Estás seguro de que no quieres ir conmigo? –

- Honestamente, no creo poder mirar al chico a los ojos –

Jeno rió avergonzado.

- Debo ser muy estúpido entonces –

- Sí lo eres – se levantó de la cama – me voy a dormir –

- ¿Tan temprano? –

- No dormí nada anoche – se quejó.

- Es cierto – se giró a verle - ¿en serio viste películas? –

- No – bufó – jugué FIFA casi hasta el amanecer –

Eso sí era verdad.

- Suena a ti – volvió a su reflejo - ¿vas a ir a mi partido mañana? –

- No me lo perdería – canturreó saliendo de la habitación.

Así funcionaban ellos.

Si era importante para uno, lo sería para el otro.





Jaehyun salió al jardín esperando encontrar al malviviente fumando.

Bingo.

- ¿Qué hay? –

- Aléjese, no quiero infectar sus pulmones con mi malévolo ser –

- Sobreviviré – dijo sentándose junto a él.

Ambos se dedicaron a mirar al cielo en silencio por un par de minutos.

- Jeno salió y Jisung está dormido – comentó.

- Ajá –

- ¿Quieres salir a cenar algo? –

Jungwoo negó, soplando el humo.

- Tengo que quedarme –

- ¿Por qué? –

- ¿Qué tal si Jeno llega ebrio? ¿Y si Jisung comienza a vomitar la pizza? –

- Estarán bien – le quitó el cigarrillo para darle una calada - ¿entonces? –

- Jaehyun, no sabe lo que podría pasar, ¿simplemente va a arriesgarse? –

- Sí –

- Entonces sí – le arrebató el cigarro – usted es el padre, después de todo –

- Yo soy el padre – repitió satisfecho.

- ¿Puedo elegir el lugar? –

- Que no sea nada pretencioso –

- Entonces el bar deportivo de mala muerte que tengo en mente va a fascinarle –

- Suena bien – se encogió de hombros - ¿venden aros de cebolla? –

- Los mejores –

- Perfecto –

El menor rió divertido.

- ¿No se supone que debería estar en una dieta especial o algo así? –

- Llevo la mitad de mi vida en una dieta especial – se quejó – quiero comer –

- Suena justo – fumó una última vez y aplastó la colilla – pregunta –

- Dime –

- Si quiero atragantarme de cerveza ¿usted va a cuidar de los niños? –

- Sí – rodó los ojos – yo cuidaré de los niños –

- Genial, estoy harto – estiró su cuerpo - ¿no le molesta que, sin importar como inicien nuestras conversaciones, siempre terminan con ellos? –

- Creí que sólo yo lo había notado – rió – bienvenido a la vida con hijos –

- Renuncio – bromeó.

- No es tan malo –

- No, sus hijos no son tan malos – corrigió – no se imaginaría los monstruos con los que he tratado –

- Que horror –

- Créame, tiene unos buenos muchachos –

- Puedes quedarte con el crédito –

- Yo no dije que fuera gracias a usted –

El mayor lo empujó levemente.

- Te veré en 10 minutos en la puerta –

- 20 – dijo levantándose – tengo que aprovechar mi salida. Quiero ponerme bonito –

- Claro – asintió divertido.

- Búrlese si quiere, pero no se moleste si no vuelvo con usted a casa y me voy por ahí con un chico apuesto –

- Quiero ver que eso suceda –

- No sabe lo que dice –

Pero lo sabría.

The trainerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora