Capítulo 18

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- ¡Vamos, Jeno, tú puedes! – gritó el menor, aplaudiendo animado.

- ¡Derrótalos! – continuó Jungwoo.

Jaehyun observaba meticulosamente en completo silencio.

- ¡Jung! ¡tres puntos, rompiendo su marca personal! – anunció el comentarista del evento.

El padre de familia asintió satisfecho y aplaudió un par de veces, concentrándose nuevamente.

- Hey – susurró el empleado – Jeno no necesita más presión ¿sí? Deja de mirarlo como si estuvieras estudiando sus movimientos –

- Estoy estudiando sus movimientos –

- Jae... -

- Jungwoo – lo miró brevemente – ¿qué tal si mi niño quiere dedicarse profesionalmente al baloncesto? Sería bueno para él contar con la asesoría compe... -

- ¡Jung vuelve loca a la multitud! ¡La defensa no baja y Jung los sobrepasa! –

La multitud se desató de nuevo. Jung no le daba tregua al equipo contrario.

- Debe estar orgulloso – comentó uno de los eufóricos asistentes que se encontraba cerca.

- Lo estoy – respondió con tono neutro.

Volviendo sus ojos a la cancha, pudo ver a Jeno observándolo mientras limpiaba el sudor de su rostro.

Jaehyun asintió en su dirección y el menor sonrió abiertamente, colocando sus manos alrededor de sus orejas sin molestarse en aparentar la felicidad que le provocaba escuchar a la multitud aullando su nombre.

- Son tan extraños – murmuró Jungwoo – no entiendo cómo pueden odiarse y, al mismo tiempo, esperar tanto la aprobación mutua –

- Mi bebito no me odia – negó – él no lo haría –

El menor entornó los ojos, divertido, y regresó a ver el partido.

El juego terminó con una diferencia casi monumental de 42 puntos, obteniendo la ventaja el equipo del aclamado hijo del entrenador Jung.

Los asistentes, luego de un rato, comenzaron a disiparse, dejando a la familia esperando en las gradas.

- Iré a buscar a mi hermano – anunció Jisung, caminando a las escaleras.

- Hey – Jungwoo tomó su brazo – no quiero que le quites los dulces que le obsequian. Sé un buen chico y espera a que te ofrezca uno –

- Lo sé – rodó los ojos – voy a ayudarlo con sus cosas para que sea un pago seguro – prometió antes de salir corriendo.

El mayor se sentó de nuevo, atrayendo a su empleado junto a él.

- ¿Crees que los chicos quieran hacer algo más tarde? –

- ¿Puedes no hacer tan obvio que Jeno es tu favorito? –

Jaehyun lo miró alarmado.

- Jeno no es mi favorito – susurró – no digas esas cosas –

- Claro que sí – bufó – tus ojos brillan diferente cuando lo miras haciendo lo que sea, y tú como que esperas más de él que de Jisung –

- No es mi favorito – frunció el ceño – es mi hijo mayor ¿sí? No puedo evitar sentirme así, pero no es como que quiera menos a Jisung –

- Sólo que Jeno te agrada más –

- Por muy poco –

- Está bien – animó – si te sirve de consuelo, Jisung es mi favorito –

Jaehyun lo miró enternecido.

- Sí, sí me sirve. Gracias –

- De hecho – mordisqueó la pajilla del vaso que traía en la mano – yo preferiría mil veces pasar mi tiempo con Jisung que con ustedes dos. En serio, no me molestaría... -

- Ya te entendí, gracias – gruñó, haciendo al otro reír.

- Sobre lo de más tarde – se acercó a él – escuché a Jisung decir que saldría a dar una vuelta, y es sábado. Es casi seguro que Jeno se va con su noviecito –

- No es su noviecito – bramó – y Jisung no debería salir tanto, es apenas un niño, no sabemos qué clase de amistades tenga –

- Jae – llamó gentilmente – sé que puede ser algo difícil para ti acostumbrarte a la forma en que han cambiado desde la última vez que estuviste aquí... -

- Pero debo dejarlos crecer – asintió de acuerdo.

- Iba a decir que los mandaras a un internado de alta seguridad o algo – se encogió de hombros – pero si quieres jugar al buen padre, estoy contigo –

- ¿Qué haría sin ti? –

- ¿Qué harás conmigo? – se cruzó de brazos - ¿vas a invitarme a salir o qué? –

- Ya te invité a salir –

- Pero no formalmente – hizo un puchero.

- ¿No crees que debemos ir algo lento? –

- Lo sabía – se apoyó en su asiento – eres como todos –

- Es por los chicos – apretó su mano – creo que debemos acostumbrarlos primero –

- Está bien – refunfuñó – esperaré por mi beso –

Jaehyun sonrió con complicidad y tomó del piso uno de los folletos que contenían el programa.

Lo abrió completamente y lo usó para cubrir ambos rostros antes de besar a su acompañante con ternura.

Jungwoo retrocedió riendo tímidamente y lo golpeó con el papel.

- Vas a meternos en problemas –

- Tú lo pediste – besó su mejilla - ¿ya te sientes más seguro? –

- Sí – canturreó – pero voy a querer más de eso cuando no estén los chicos –

- Hecho –

- ¡Pa! – llamaron desde abajo – estamos listos –

Jaehyun sintió cómo los recuerdos atacaban su corazón sin piedad.

Sus ojos miraban con cariño a un pequeño niño vistiendo su colorido uniforme, cargando su enorme mochila con dificultad mientras daba leves empujones a su hermanito, quien mordisqueaba una gran barra de chocolate, demasiado grande para sus manos, y manchaba sus mejillas con ella.

Siempre serían sus bebés.

🥺❤️

The trainerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora