Competencia De Dioses

7.

Narrador: Eris
Ubicación: Jardín de entrenamiento
Hora: 24 horas antes de la competencia

Todo este tiempo he estado soportando a los imbéciles de mis compañeros.

Estoy tan cansada de verlos, y de soportar a Hades y Zeus, creyéndose únicos e indestructibles.

—¡Rápido! —Le repito a mi peón el cual corre sin parar.

Observo a lo lejos que llega Hefesto con un nuevo físico, ahora es músculoso con cabello rizado de color rojo y una piel morena.

Se acerca con su peón y ambos se observan por un momento e intercambian palabras, finalmente el peón le da la espalda y comienza a trotar.

—¡Eris! — Me saluda Hefesto y lo detesto.

Tiene la fuerza y el poder de destruir a cualquier dios que quiera pero el siempre obedece y es leal.

—Hefesto —Contesto con desagrado.

—¿Planeando otra guerra entre dioses? —Me sonríe.

El sabe que fui la causante de varias peleas entre dioses y cada una fue disfrutada y gozada.

Me eche en hombros —Que puedo decir es parte de mi naturaleza —le guiñe un ojo.

Su peón me observo y le sonreí cambiando mi rostro al real y enseguida se asusto y cayó al suelo.

Sonreí al ver el acto—Levantala, no te quieres quedar sin peón o si?

El corrió a levantarla.

—¿Puedo descansar? — Mi peón se acerca y ni siquiera recuerdo su nombre.

—Si —Le digo sin importancia pero no quito la mirada de Hefesto y su peón.

Notó algo, una atracción, una atracción sexual y sonrió al darme cuenta que no es por parte de ella.

—Debil, débil Hefesto —Susurro sin dejar de observar.

>>Debo comprobarlo<<

—¡Hey! —Le hablo a mi peón y el me mira cansado —Quita esa cara y pon atención.

—¿Qué pasa?, Ya estoy cansado—Me habla irritado.

—Quiero que vayas y le rompas la pierna a esa de ahí —Señalo al peón de Hefesto.

—Su dios está cerca, me atacará — Habla sacándole filo a la espada.

>>Esa es la misión<<

—No lo hará, tranquilo —Lo pongo de pie y lo encamino.

Irritado y cansado camina hasta ella, comienza hablar con ella y Hefesto el cual está a metros, no quita la mirada de ambos.

>>Bien, bien<<

Ella lo lanza al césped y lo patea, sonrió ante el gesto pero el se levanta rápido y quiebra la pierna del peón de Hefesto.

Ella Soltó un grito que me dió gusto y al no poder evitarlo sonreí

Hefesto corre hasta ellos y sin hablar lo gira y truena su cabeza de un golpe.