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El oráculo
Hora: 36 horas antes de la batalla
Narrador: Tercera Persona

Nunca había existido paz en el Olimpo, cada uno de los dioses guardaba secretos. Secretos que nunca serían revelados.

Existieron batallas colosales que acabaron con los mismos dioses, más de uno desafío el mandato de Zeus pero nunca se le pudo vencer y eso solo despertaba la ira de algunos dioses pero más la de Hades.

Cada de una de estas batallas fueron previstas por el oráculo. El oráculo constaba de tres brujas que guardaban en secreto cada uno de los futuros que se acercaban al Olimpo.

Pefredo, Enio y Dino, eran los nombres de las hijas de Forcis y Ceto, las cuales estaban condenadas a ver el futuro.

Ellas eran soberbias y solo aquel que dieran algo digno sería capaz de saber que futuro le esperaba.

Hefesto cargo a Adelina hasta llegar a la entrada de la cueva en dónde se encontraban las grayas.

—¿Ya puedo bajar? — Adelina pregunto desde los brazos de Hefesto, el cual ya tenía un nuevo aspecto.

Su cabello era totalmente blanco y su piel era totalmente oscura con unos ojos de color verde.

—Si, ya puedes —La dejó caer y ella se levantó molesta.

—¿Qué hacemos aquí?, Debería entrenar y no estar acá perdiendo el tiempo —Observo el lugar.

El olor a putridez rápidamente inundó sus fosas nasales y provoco un gesto de asco.

—Aqui huele a culo —Tapo su nariz.

Hefesto soltó una risa sonora —¿Así huele tú culo?

—Nunca dije que así oliera mi culo, solo dije que olia a culo —Le aclaro irritada.

—¿Le hueles el culo a la demás gente?, Eso sí está mal y no es sexy — Mostró una sonrisa perfecta.

Enseguida las mejillas de Adelina se incendiaron.

—No me estés molestando Hefesto, que desde que llegué, no me he fumado mi cigarrillo —Se acercó a Hefesto —No me he bañando, cambiado y no he comido, así que no me molestes.

Hefesto sonrió —Como digas —Comenzo a caminar alejándose de Adelina y ella corrió para alcanzarlo.

—Mas lento tonto — Lo alcanzó y se percató que debía ir cerca de Hefesto por qué la cueva tenía cadáveres.

>>De ahí venía el olor, esto es tan tétrico<< Pensó Adelina

—No las mires a los ojos —Hablo antes de entrar por una especie de puerta alumbrada por fuego.

—¿A quienes? —Hablo por lo bajo para después seguirle el paso.

—¡Mis bellas damas! —Hefesto hablo y ante ello voltearon las 3 observándolo con detenimiento.

—Nos tenías tan abandonadas —Hablo una de ellas.

—No se le acerquen —Hablo otra —¿A qué vienes? —Saco una daga.

Adelina retrocedió pero una la tomo por detrás.

—¡La clave! —Le dijo a sus hermanas y ellas rieron.

Hefesto no entendió pero hablo —Quiero consultar algo —Tomo a una por la cintura.

—No se puede, no en las competencias —Enio alejo a Dino de Hefesto —Zeus lo prohibió.

—Tengo una recompensa y no será enfocado a la competencia —Saco una daga dorada y brillante, enseguida prefedo la tomó.

—¡Dile!, Lo hemos visto — Prefedo Soltó a Adelina.

—Es peligroso —Hablo Enio —Zeus nos degollara.

Adelina retrocedió y piso un cuerpo, lo cual provoco asco y soltó un sonido.

—¡Bien!, Lo hemos visto — Hablo Enio —Se que quieres, se a que haz venido y se cual es el precio.

Hefesto sonrió —¿Qué es lo que quiero Enio? —Levanto una ceja.

—¡No juegues Hefesto! —Prefedo clavo la daga en el brazo de Adelina y ella sacó un grito ahogado.

Hefesto trato de moverse pero Prefedo lo impidió.

—¡Habla! O la degollare — Prefedo amenazó.

Dino solo rio divertida —El tiempo se agota.

—¿Cuál es nuestro futuro de ambos? —Hablo irritado al ver la cara de Adelina siendo atormentada.

—2X1, no, Sabes las reglas —Hablo Enio.

—¡Ah! —Otro grito se escuchó de la boca de Adelina.

Prefedo movió la daga al  otro brazo —Shh —Beso su cabeza —El te sanará y estarás bien.

—¿Qué repara el destino atraves del oráculo? — Hefesto se arrodilló ante Dino y Enio.

Prefedo aventó Adelina sobre Hefesto el cual la tomo y abrazo.

Ambas brujas se posicionaron y hablaron al mismo tiempo.

—Adelina será tu destrucción, perderás todo Hefesto y será la discordia entre Zeus y Hades.

Hefesto abrió la boca para protestar pero Adelina se le adelantó.

—¿Ganare la competencia?

—No, perderás y ganarás más de lo que Hefesto lo hará, sentenciaras a todo el Olimpo.

Adelina quería preguntar sobre Will pero no podía, no frente Hefesto.

Hefesto hablo —¿Podré evitarlo? —En ningún momento soltó Adelina.

—No, Adelina será la responsable de tu perdida y está escrito en todos los futuros, asi cómo la muerte Zeus y Hera.

Hefesto abrió los ojos en shock y miro Adelina aterrado.

—¿Con quién haz hablado? —La encaro asustado.

—Con nadie, mienten —Retrocedio —Se equivocaron.

—Nunca se equivocan, ¡Nunca! —Paso las manos por su cabello.

Adelina retrocedió —Juro que nunca te traicionare y no mataré a Zeus y Hera.

Hefesto tomo Adelina y salió de la cueva molesto, la devolvió a su cuarto.

—Voy a impedirlo — Se le acercó, y después de observarla unos segundos retrocedió —Debe haber un error.

Adelina guardó silencio pero ella sabía que tales visiones pudieron ser vistas por la descision de robar la espada pero el oráculo ya lo había dicho ella ganaría más.

Creyó que todo le saldría bien y espero el momento para robar la espada.

Para asegurarse, iría de nuevo a la cueva para preguntar por Will.
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Competencia De DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora