capitulo 2

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Entonces él con habilidad levantó sus piernas y ella cayó… pero él caía con ella para amortiguar su caída y en un instante estuvo sobre ella, su boca en su garganta, sus manos ocupadas en su blusa. Ella chilló de cólera y consternación, golpeando sin cesar sus hombros, su pecho y su cara,  él recibió los golpes sin desalentarse de su tarea. Ella oyó un rasgón cuando él rasgó su blusa, tiró su sujetador... entonces sintió el shock inundaba todo su cuerpo cuando su caliente boca se cerró sobre su pezón. Ella trató de sacárselo de arriba pero él la fijó fácilmente con una mano en sus hombros, mientras con la otra rasgaba su ropa.

—Lo siento —gemía él contra su pecho—, no tengas miedo, no te haré daño... oh, Dios, tu olor me está enloqueciendo. —Esto último terminó en un gruñido, un estruendo siniestro que llenó el oscuro ascensor. Ella tomó aliento para que su grito se escuchara en todo el edificio… pero sollozó en cambio. Él era demasiado fuerte para ella, estaba golpeándolo y arañándolo y pateándolo y él apenas lo notaba. Esta... cosa que él pensaba hacer, iba a pasar realmente. A ella. Hija de una policía y un veterano de las Fuerzas Especiales, un hombre y una mujer generosos con sus enseñanzas, quiénes nunca quisieron que su hija fuera una estadística de asesinato o de una violación. Jeannie podría escoger una maniobra de defensa y dejar pasmado a la mayor parte de los hombres con un golpe. Pero no podía parar a este hombre de tomarla por la fuerza. No importaba el hecho de que su mente siguiera gritando que esto no le estaba pasando, que esto no estaba pasando, no estaba pasando, no pasaba. Si pasaba. —No grites —le pidió él, y ella podía sentir sus manos temblar cuando él la apretó contra él—. Habremos terminado pronto. No dolerá. Siento tanto asustarte. —Por favor no lo hagas —susurró ella, odiando la forma como sonaba, tan indefensa, tan asustada… pero incapaz de hacer algo sobre eso—. Por favor no hagas esto. Él gimió otra vez y la apretó en un áspero abrazo. —Tengo que hacerlo. No estoy apareado, no tengo ningún control sobre esto, justo como más tarde no tendré ningún control pero tu no me crees, entonces no hablaremos sobre eso. —Su voz estaba todavía tranquila, y ahora sus manos estaban bajo ella, acariciando su espalda, haciendo subir su pecho, y su boca quedó sepultada en su garganta, besando y lamiendo y hasta muy suavemente mordiendo. Ella podía oír su respiración entrecortada en la oscuridad, oyó otro rasgón cuando su falda fue rasgada. Ella recordó y arremetió contra él otra vez, ciegamente, golpeándolo con fuerza, pero sin, aparentemente ningún efecto. Él destrozó su falda de lino como si fuera papel... ¡Cristo, él era fuerte! Pero sus manos en su carne desnuda eran suaves, casi lánguidas. Ellas estaban en todas partes, acariciando su piel, deslizándose a través de sus miembros, y ella sintió que sus pezones se endurecían tanto que era casi doloroso. Cuando sus labios tocaron uno ella casi lloró por el alivio, a pesar de ella empujaba contra sus hombros con toda su fuerza. Él frotó su mejilla contra el mismo pezón, su mejilla raspando a través del sensible brote, y sus dedos estaban apretados en puños para que ella no lo tocara con ternura. Ella no podía ceder ante él, no importa como…

¿Barba? Él estaba recién afeitado hace dos minutos. Ella empujó ese pensamiento lejos, con fuerza. Su lengua áspera pasó a través de sus pezones, una distracción bendita que la hizo querer gritar, la hizo desearlo, y ella odió desearlo. Ella trató de recordarse que este hombre la estaba violando, pero la única cosa que ella realmente podría entender era que él la hacía sentir como nadie antes lo había hecho. Ella no era ninguna extraña en el sexo, pero el único hombre con el que ella había intimado alguna vez había sido su novio de la universidad, y eso hacía casi tres años. En un recodo de su mente, un estribillo constante: esto no está pasando. Esto no es real. Hace diez minutos yo estaba camino a casa; ahora estoy teniendo sexo en la oscuridad con un extraño. Así que, esto es un sueño. No puede estar pasando, ergo no está pasando. Tentada a creer en esa voz, de ceder ante el placer que él podía ofrecerle tan hábilmente, a... Ella se dio cuenta de que no lo había golpeado recientemente. Que ella ya no quería que él parara. Aquel pensamiento traidor solo la empujó a seguir pegándole en su cabeza, hasta que él agarró sus muñecas y las fijó encima de su cabeza con una mano. —Suficiente —él dijo con voz ronca, y ella se asustó, preguntándose si él iba a golpearla—. No te culpo ni un poquito, pero... ya es suficiente, Jeannie. Él separó sus rodillas con las suyas, mantuvo sus manos fuera de su camino manteniéndolas encima de su cabeza, y se inclinó para besarla. Él se retiró bruscamente hacia atrás cuando ella intentó mordele. Él podía ver por lo visto en la oscuridad como un gato. O un lobo. Ella puso el pensamiento ridículo fuera de su mente tan rápidamente como pudo. Ese camino llevaba a la locura. Por ese camino estaba... Su pulgar acariciaba el algodón suave de sus bragas. Y se movía más abajo. Sus pechos estaban presionados contra su pecho, sus rodillas estaban contra la alfombra, forzando a sus muslos a permanecer abiertos, y ahora sus malditos dedos estaban… estaban dentro de sus bragas. Su respiración era tan áspera en la oscuridad, casi jadeante, y ella podía sentir su cuerpo temblar con la tensión, podía oír sus dientes rasquetear juntos mientras él luchaba… ¿qué? Estaba claro que él estaba atrapado por la urgente lujuria, que quería meterse dentro de ella y empujar hasta que no pudiera moverse más, pero algo lo contenía. Y ahora sus dedos acariciaban delicadamente los labios rechonchos entre sus muslos, acariciando tan dulcemente y tiernamente... y luego su pulgar resbaló entre sus labios inferiores mientras su lengua empujó sus dientes y ella casi chilló, de tan intenso que fue su placer.

Él gimió en su boca y luego sus dedos apartaron sus pliegues rechonchos y su pulgar resbalaba dentro de ella y su lengua lamía, se lanzaba y ella sollozó de frustración y se apretó a él. Sus dedos bailaron a través de su carne resbaladiza, dulcemente acariciando, probando, oh tan suavemente frotando un círculo alrededor de su palpitante clítoris, un círculo que se hacía más pequeño y más pequeño... y luego su pulgar dentro de ella otra vez mientras su uña acariciaba su clítoris, y ella tembló con tanta fuerza que casi lo empuja a él lejos. Él gruñó. El sonido no la asustó. Esto encendió su sangre, la hizo querer gruñir como respuesta, la hizo querer hundir sus dientes en su carne mientras su carne se hundía en ella otra vez... y otra vez... y otra vez... Ella se dio cuenta débilmente que él no estaba gruñendo, él estaba diciendo su nombre, pero su voz era tan espesa y profunda que le costaba entenderlo. —¿Jeannie… dejo… tus manos… libres? —¡Sí! —ella gritó, salvaje por tocarlo, por sentir su carne contra la suya, por arrancar su ropa como él había rasgado la suya. Él liberó sus muñecas y en un segundo sus brazos estaban alrededor de él, presionándolo más cerca, ella estaba rasgando su camisa, frenética por sacarle la maldita tela y él la ayudaba y ahora su ropa no era la única en la ruina total, después de todo, lo que era la salsa para el ganso era la salsa para el hombre lobo, y… Sus manos estaban bajo sus nalgas, levantándolas, y ella podía sentir esa larga, dura y caliente parte suya acercándose para entrar. Durante un instante, la razón la reclamó. ¿Realmente iba ella a hacer esto? ¿Esta locura? Ella no tenía ninguna protección y sin ello, en ese día y a esa edad, ella estaba tomando su vida en sus manos. ¿Y por qué cooperaba ella en su propia violación, por el amor de Dios? —Espera… —dijo ella con una voz aguda, alta, pero él seguía avanzando, empujando en ella con fuerza y calor y su sentido común la abandonó; ella tiró su cabeza y gritó hasta que ella pensó que su garganta se reventaría, le gritó que nunca nunca parara y de todos modos él llegó al orgasmo, esa longitud dura y caliente que la separaba, llenándola, y eso debería haberle hecho daño, debería, él era muy grande y ella no había conocido un amante durante años, pero su necesidad de él era tan grande como la de él por ella, y en vez de lastimarla, ella necesitaba más. Cuando él estaba completamente dentro de ella, de alguna manera, él se obligó a sí mismo a detenerse; la apretó contra él y ella podía oír el martilleo furioso de su corazón. Sus manos detrás de su espalda eran puños duros y temblaba como si tuviera fiebre, y de todos modos él se detuvo. Cuando el se esforzó para pronunciar unas palabras ella apenas podía entenderlo. —¿… Duele?

—No —jadeó ella, moviéndose contra él, su palpitante pene dentro de ella la volvía frenética—. No no no por favor, por favor no puedes detenerte ahora no puedes, no puedes... —¿Eres…muy pequeña… seguro… que no duele?  —… no puedes, no puedes por favor no me hagas... —No… estés… asustada… dime la verdad. —Él tomó un profundo y estremecedor aliento, sus puños todavía se apretaban bajo ella y, muy a la distancia, ella oyó la alfombra rasgándose—. Puedo tratar—… esperar… si tu… —¡Rogar, no me hagas rogar, por favor por favor por favor POR FAVOR! Él salió de ella, pero antes de que tuviera tiempo para gemir su desilusión él se introdujo de golpe. Su boca cubrió la suya, su lengua acoplándose con la suya, mientras él la tomaba una y otra vez, mientras ellos hacían el amor tan ferozmente el ascensor tembló. Y encima de todo esto, más allá de todo esto, ella podría oír a alguien gritar con alegría ronca y débilmente se dio cuenta de que era ella quien hacía ese ruido. Su orgasmo se cerró de golpe en ella como él, espasmos tan feroces que ella realmente podía sentir su útero contrayéndose. Él se puso rígido frente a la altura de su clímax, tiró su cabeza para atrás, y rugió al techo de puro triunfo animal. Durante unos largos instantes, ella no pensó que podría moverse en algún tiempo. Ella podía oler el olor de su relación sexual, podía oír su respiración pesada, oír la suya. Su pulso con un ruido sordo en sus oídos y ella estaba húmeda por el sudor y... otras cosas.

HOLA :) bueno se me había olvidado presentarme, me llamo Isadora y soy de chile, espero que el nuevo capitulo les guste y lo disfruten :D voten y comenten!!!!

Prisionera del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora