De lobos y Dragones //[danyxarya]

Capítulo 31: Conociendo

Cuando la Reina dio un paso al frente y todos los norteños doblaron la rodilla ante ella, Arya no pudo sentirse más orgullosa.

Observó la exhibición desde la distancia, de pie y en silencio junto a su caballo, oculta para no perturbar este importante momento.

Sus ojos oscilaban entre seguir cada movimiento de la mujer de pelo plateado y mirar a sus hermanos, sólo ahora que los veía se daba cuenta de lo mucho que los había echado de menos.

Nymeria estaba a su lado, y Arya tuvo que mantener su mano en el cuello del animal en todo momento, sintiendo lo mucho que la loba quería correr hacia el único hermano que le quedaba.

Paciencia, pensó Arya, con los ojos todavía concentrados en la escena que tenía delante mientras decía la palabra en su mente, comunicando su significado tanto a su amiga como a ella misma.

Era difícil no correr hacia su familia de inmediato, al igual que era difícil no estar al lado de Daenerys ahora mismo.

No seas ridícula, pensó con dureza para sí misma. Este era el momento de la Reina. Independientemente de lo que puedas sentir o no, no tienes lugar ahí arriba.

El alboroto de los norteños al reírse de la broma de Daenerys la sacó de nuevo de sus pensamientos, y esbozó una pequeña sonrisa al ver la evidente expresión de orgullo en el rostro de la Reina después de que su discurso surtiera el efecto deseado.

Vio cómo la mayor se daba la vuelta, buscándola y encontrándola entre la multitud, y sus ojos se cruzaron durante un breve instante.

Arya suspiró ante el movimiento, aunque la sonrisa se mantuvo en su rostro incluso cuando la Reina se volvió a girar para mirar a Jon.

"Nunca podrían odiarte Arya, créeme...".

Las anteriores palabras de Daenerys seguían dando vueltas en su cabeza. La habían calmado, pero la joven Stark había sentido que había algo más. Algo escrito entre las líneas de lo que decía.

"¿Y si me odian? ¿Y si creen que ya no pertenezco a ellos?" - "Entonces..."

¿Entonces qué? -se preguntaba ahora Arya, observando cómo la Reina hablaba con Sansa, deseando al mismo tiempo saber qué había querido decir la mujer en aquel momento y deseando no haber dicho nada.

Su mente volvió al presente cuando vio que Daenerys se alejaba con Missandei y algunos sirvientes, dejando a los Stark fuera, donde ahora miraban a su hermana con la emoción escrita en sus rostros.

Con el corazón acelerado de nuevo, Arya empezó a caminar hacia ellos con toda la calma posible. Sin embargo, cuando Nymeria se alejó de un salto para encontrarse con un feliz Ghost en medio del patio, la joven no pudo contenerse más.

Sonrió ampliamente mientras daba grandes pasos hacia sus hermanos y vio que su expresión se reflejaba en los rostros de Jon y Sansa, que también corrieron hacia adelante para encontrarse con ella en un gran abrazo.

Entre sus brazos, Arya pudo ver vagamente que Daenerys se giraba durante una fracción de segundo mientras entraba, pero rápidamente se olvidó de esos ojos violetas aparentemente tristes al sentir que su hermano y su hermana la abrazaban con una fuerza imposible, la sensación de sus abrigos de piel y su olor le dejaban claro que por fin había vuelto.

A pesar de lo mucho que disfrutaba abrazar de nuevo a sus hermanos, el fuerte abrazo le estaba pasando factura en el hombro, y cuando Sansa la acercó por tercera vez no pudo evitar estremecerse y gemir de dolor.

Había intentado estar lo más callada posible porque no quería que el momento terminara, pero Sansa la había oído y se apartó inmediatamente.

"¡Siete demonios, Arya, estás herida! Lo siento mucho, no quería empeorar las cosas. ¿Por qué no dijiste nada?"