De lobos y Dragones //[danyxarya]

Capitulo 10: Las consecuencias

Arya sintió que el mundo se detuvo por un momento cuando vio como se extinguía la luz en los ojos de Cersei. Mientras el cuerpo de la mujer se deslizaba lentamente por el suelo con un ligero golpe, la joven respiró profundamente.

Esto era todo.

Ya estaba hecho.

Su corazón latía fuertemente en su pecho, y mientras veía a la vieja reina dejar un rastro de sangre en la pared, todo lo que Arya podía oír eran los latidos de su corazón y su propia respiración acelerada.

Maté a Cersei Lannister.

Todavía le sonreía oscuramente al cuerpo de la mujer que estaba debajo de ella. De todas las vidas que había tomado, esta era la que más esperaba.

El lobo fue sacado de sus fantasías cuando escuchó movimientos detrás de ella. Cuando vio que los Inmaculados y los Dothraki se reunían a su alrededor, con las armas listas, cerró los ojos por un momento.

Está hecho, he cumplido mi misión. Jon y Sansa pueden encargarse del resto...

Arya abrió los ojos de nuevo, respirando profundamente mientras se daba la vuelta para mirar a la habitación. Dejó caer con calma el cuchillo que había estado sosteniendo y levantó las manos junto sobre su cabeza para mostrarles a los soldados que estaba desarmada.

Dicho movimiento atrajo su atención hacia la herida en el costado, el resultado de la lucha contra la Montaña. Se le hizo difícil levantar el brazo izquierdo por completo, pero pensó que no importaba cuando veía que se le acercaban unos ojos furiosos bajo unos cabellos plateados.

Todos los hombres deben morir...

La joven loba estaba orgullosa, o al menos tan orgullosa como podía con su costado adolorido, su cara una vez más se convirtió en una máscara de acero cuando la reina llegó a ella.

Daenerys, por su parte, no sólo estaba enfadada.

Estaba furiosa por la traición.

Mientras estaba de pie en el balcón, viendo a esta chica matar a Cersei Lannister, desobedeciendo completamente sus órdenes de hacerlo, sintió una rabia burbujeando dentro de ella. Esta loba disfrazada no sólo había tomado lo que era suyo para hacer lo que quisiera, sino que se había infiltrado en su campamento, incluso en su tienda... ¡Diablos, la reina dragón casi se había preocupado por "Rana"!

Así que cuando la marea estaba finalmente despejada, el ejército de los Lannister había muerto y sus otros hombres habían llegado al salón del trono, Daenerys bajó las escaleras con una rabia roja hirviendo dentro de ella.

Cuando bajó, sus hombres ya habían rodeado a la chica, con lanzas apuntando a ella, preparados para matarla en cualquier momento.

Bien, pensó Daenerys mientras les hacía señas para que la dejaran pasar.

Los hombres le abrieron un camino entre ellos, justo por el medio. Mientras caminaba hacia adelante, su mirada se dirigió inmediatamente hacia el trono de hierro.

Su trono.

El trono que no hubiera obtenido si no fuera por la chica ensangrentada que estaba a su lado.

La comprensión la golpeó un poco cuando cambió su visión a la izquierda. La chica se había dado la vuelta cuando llegó, con las manos en alto.

Parecía herida, Daenerys lo notó por la forma en que la chica se inclinaba hacia su lado izquierdo, pero sus ojos seguían siendo de un gris oscuro y acerado como cuando llevaba la cara de "Rana".