De lobos y Dragones //[danyxarya]

Capítulo 40: Finalmente

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El Rey de la Noche parecía burlarse de ella sin cesar desde lo alto de su roca. Desde que se había desprendido de Drogon, Daenerys había estado empujando hacia adelante, tratando de acercarse, su mirada constantemente enfocada en su principal enemigo.

Sus brazos se cansaban de blandir la gran espada, todo su cuerpo estaba a punto de colapsar bajo el incesante bombardeo de ataques de los wights y los Walkers. A pesar del frío, sentía el sudor que le caía por la espalda y la frente. Su respiración se volvía más y más dificultosa a cada segundo mientras giraba la espada flamígera, empujando hacia adelante, sus ojos apenas dejaban al Rey de la Noche.

Sin embargo, él tenía una extraña sonrisa en el rostro, obviamente no impresionado ni por ella ni por la enorme batalla que se libraba frente a él.

Bastardo -pensó ella, y su rostro se contorsionó en una mueca mientras cortaba a otro wight, molesta por esos gélidos ojos azules-. Espera, pronto llegaré a ti...

Miró a su alrededor por un momento, tratando de encontrar a Jon, pero rápidamente se dio cuenta de que el mayor de los Stark no estaba en ninguna parte, y que sólo había muy pocos aliados cerca de ella.

Daenerys se reprendió internamente por no haber prestado más atención mientras bloqueaba otro ataque. Había estado demasiado concentrada delante de ella como para darse cuenta de lo que ocurría detrás.

Rápidamente miró a Nymeria mientras el lobo mordía a otro enemigo, y se alegró de que el animal se mantuviera cerca de ella al menos. Cuando vio que el lobo huargo miraba hacia atrás y emitía un pequeño gruñido, la reina dudó un momento, preguntándose si debía dar la vuelta.

Podría llamar a los dragones... Consideró por un momento tomar el cuerno de su cinturón y volver a los dragones para encontrar y ayudar a Jon. Pero dudó en convocarlos, por las mismas razones por las que no los había llamado desde su caída: por un lado, no quería que sus hijos volaran al alcance de la lanza del Rey de la Noche, y por otro, porque tenía un plan para cuando finalmente se enfrentara al Rey de la Noche, un plan que implicaba a sus dragones y el elemento sorpresa.

Intentó ordenar sus pensamientos por un momento, sin saber qué debía hacer ahora: seguir con su plan o buscar a Jon... Se frotó los dedos por el cuerno, sintiendo las tallas hechas en él y pensando en la persona que las había hecho...

Arya... pensó en la chica que amaba con una punzada de dolor en el corazón. Ella querría que los llamara. Que volara lejos de aquí, para estar a salvo... Pero si lo hago, puede que el Rey de la Noche nunca sea derrotado...

Sin embargo, un hacha que no le dio en la cara le devolvió la certeza, y rápidamente se dio la vuelta para enfrentarse a la siguiente horda de wights.

Son demasiados. Inmediatamente, mientras ella y Nymeria intentaban alejarlos, se dio cuenta de que se habían agrupado para atacarla a ella específicamente.

Casi como si alguien les hubiera dicho que lo hicieran... Entre un golpe y otro, miró al Rey de la Noche, y pudo ver fácilmente que su inquietante sonrisa se había convertido en una sonrisa francamente siniestra.

¡Maldita sea! pensó Daenerys, tratando de defenderse lo mejor posible. A pesar de que le costaba incluso mantener la espada en alto, seguía golpeando, seguía cortando a los wights, contenta de que Nymeria se encargara de todos los que le faltaban.

Es inútil... La Reina estaba completamente sin aliento ahora, las estrellas bailaban frente a sus ojos mientras miraba al Rey de la Noche de nuevo, desesperándose. Nunca lo conseguiré.