De lobos y Dragones //[danyxarya]

Capitulo 1:El regreso de Arya

El sol iluminaba la nieve al levantarse, convirtiendo gradualmente el lúgubre paisaje que la rodeaba en un hermoso campo de brillantes colinas blancas. Era el primer sol que el Norte había visto en semanas, pero los recientes acontecimientos habían hecho que no se viera ni una sola persona en kilómetros.

Arya disfrutaba de la tranquilidad tanto como del sol. Después de vivir en la ciudad de Braavos por tanto tiempo, se había acostumbrado a las cantidades diarias de sol, y esa parte de la ciudad definitivamente la extrañaba, pero al caminar con la familiar sensación de nieve aplastada bajo sus botas y el sonido del silencio que venía con el ambiente nevado le hizo sentir que finalmente estaba de vuelta.

Ella estaba volviendo a casa.

La alegría que sintió fue cuidadosa, su corazón ya no estaba acostumbrado a este tipo de sentimientos fuertes, pero estaba ahí de todas formas, y era suficiente para mantenerla caliente mientras los fríos vientos del invierno golpeaban su cara.

La chica se detuvo por un momento. No había sido estúpida, por supuesto, cuando dejó la fortaleza de Frey. Los hombres tenían ropa de invierno decente, así que aceptó la parka gris, los pantalones de piel y las botas que un hombre muerto le había dejado. Arya sonrió para sí misma, recordando cómo el soldado de los Frey se había mostrado muy satisfecho de sí mismo al ver la cara bonita que ella llevaba. Ver su asquerosa expresión pasar de una mirada sucia y engreída a una de shock cuando se quitó el rostro y luego a una de puro horror cuando lo apuñaló justo debajo de su barbilla fue genial.

Como siempre lo ha sido. Ella vivía para este tipo de momentos.

Pero especialmente aún saboreaba la mirada en el rostro de Walder Frey. Él había estado en su lista. Ella había imaginado matarlo, causarle dolor, terminar con su casa, por tanto tiempo, y fue mejor de lo que nunca imaginó que podría ser.

Tomándose un momento para beber y tomar unos trozos de carne seca, miró a su alrededor. El camino del Rey apenas era visible a través de la nieve, pero en este punto ella ya no lo necesitaba.

Winterfell estaba cerca, podía sentirlo. Se imaginó que reconocía algunos de los árboles del día en que se fue hace años. Era imposible, por supuesto, Arya lo sabía, pero el parpadeo de felicidad que había en su corazón hacía que todo fuera nostálgico para ella.

Se quedó mirando al norte, ajustando su bufanda de nuevo para que cubriera la mayor parte de su cara. Sus ojos grises estaban enfocados en el norte, y ahora que el sol estaba completamente arriba tenía que protegerlos con su mano. Su corazón se aceleró cuando vio una pequeña y oscura figura parecida a un castillo en la distancia.

Podría no ser nada, se dijo a sí misma, tratando de mantener la cabeza nivelada. Pero inmediatamente comenzó a caminar de nuevo, más rápido que antes, cualquier idea de necesitar un momento para descansar quedó completamente olvidada mientras seguía trotando por la nieve.

Casa... estoy volviendo a casa...

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Jon Snow vio salir el sol desde arriba de la puerta. El sueño no le había llegado esa noche. Habría sido normal antes, pero después de las semanas anteriores este insomnio era extraño.

Con Winterfell tomada, fortificada y segura de nuevo, los muros se calientan con el fuego y la vida volvía a ser como antes, su hermana Sansa y su hermano Bran de vuelta a casa, casi se había sentido en paz.

Los caminantes blancos seguían viniendo, por supuesto, y sus días los pasaba hablando con los señores del Norte para convencerlos de que se unieran a su causa, las cuales eran conversaciones agotadoras, y no había duda en su mente de que la Reina Cersei - la información del fallecimiento de Tommen le había llegado una semana antes - no le permitiría proclamarse Rey del Norte por mucho tiempo, ... A pesar de todo, había dormido como un bebé cada noche desde su regreso a Winterfell.