EL PEQUEÑO DE OJOS VERDES -TRADUCCION

4: Una fiesta de cumpleaños afligida

-31 de julio de 1991-
Sirius se sentó en silencio, sus ojos oscuros nunca dejaron el fuego crepitante. Había estado sentado en el viejo sofá tenso durante la mayor parte de la noche, dejándolo solo dos veces en el lapso de cuatro horas para poder volver a llenar su vaso con el whisky más fuerte que poseía. Levantó una mano temblorosa, ignorando el ruido del hielo contra el cristal, y tomó otro sorbo del líquido ardiente, sin apartar la mirada del fuego que ardía en la chimenea polvorienta.

"Sirio."

Sirius no levantó la vista ante la llamada de reproche de su nombre. No apartó los ojos del fuego, en su lugar eligió tomar otro trago de whisky, deseando que la bebida calmara su dolor y quemara los recuerdos.

"Sirius, mírame."

Sirius no lo hizo. Continuó mirando aletargado, no completamente allí, y se revolcaba en su miseria.

"¡Sirius maldito Black, mírame en este instante!"

Sirius suspiró, volviendo con pesar su mirada del crepitante fuego al hombre enojado que estaba detrás de él. Sus ojos ambarinos brillaron con decepción, su hermoso rostro con un profundo ceño fruncido. Sus manos descansaban en sus caderas, y miraba a Sirius con ira y… Sirius tomó otro trago largo de su whisky al ver la compasión en los ojos de su amante.

"¡Sirius, dame eso!" Remus espetó, dando un paso adelante para luchar con el vaso fuera del agarre inflexible de Sirius. "¡¿Qué estás haciendo?! ¡Es casi la una de la mañana! ¿Cuánto tiempo ha ...? ”Se detuvo, tomando el estado de despeinado de Sirius. Frunció el ceño y frunció las cejas mientras tomaba una respiración profunda. "Maldita sea Siri, ¿cuánto bebiste?"

Sirius se encogió de hombros, mirando hacia la cocina que apenas era visible desde su posición con un suspiro. "La botella estaba llena cuando empecé". él dijo. Hizo una mueca ante su voz demacrada, y eso solo enfureció más a Remus.

"¡¿Lleno?! ¿Esta ... esta botella? ¿Eso está sentado en el suelo a tus pies? ¡¿Esta botella vacía ?! " Gritó Remus. Sirius miró hacia abajo, y efectivamente, allí estaba la botella de la que había estado bebiendo lentamente. Había sido la marca favorita de su padre. Di lo que quieras sobre el hombre, pero su gusto por el alcohol era exquisito.

"Sí." Dijo Sirius, haciendo estallar la 'p' al final de la palabra. Suspiró, inclinando la cabeza hacia atrás contra el sofocante sofá.

"Sirius tú ---" Remus respiró hondo, calmándose antes de continuar. “Eso es mucho alcohol. ¿Y estás bebiendo solo, ahora? ¿Que te pasa? ¡Me prometiste que dejarías de hacer esto! Realmente me estoy preocupando por ti, Siri. ¡Estás sentado aquí, en esta casa, todo el día! ¡Eso no es bueno para ti! Especialmente dados los recuerdos que tienes de este lugar --- "

"Habría cumplido once hoy".

La respiración de Remus se atascó en la parte posterior de su garganta, silenciando efectivamente el sermón del hombre. Había silencio en la casa, el único ruido provenía del crepitante fuego de Sirius. Remus miró a Sirius y Sirius le devolvió la mirada, sus ojos ónix no mostraban emoción. Finalmente, Remus suspiró y se acercó a él. Hizo un movimiento con sus manos indicándole a Sirius que se acercara. Él hizo. Remus se sentó a su lado y envolvió sus brazos alrededor de su tembloroso amante.

"Ya habría recibido su carta de Hogwarts", continuó Sirius, mirando distraídamente el fuego. “Habríamos tenido una celebración tan grande. Lo habría avergonzado mucho frente a sus amigos, tal vez darle un gran abrazo y besarlo por toda la cara ".

Remus resopló. "Mejor que él hubiera odiado eso".

"Lo habría hecho", estuvo de acuerdo Sirius. “Pero él simplemente se reiría de eso más tarde. Y hubiéramos tenido un gran pastel. Y lo habría colmado de regalos ... Y tal vez le hubiera dado el mapa a escondidas ... Y nos hubiéramos sentado alrededor del fuego mucho más allá de su hora de acostarse hablando de Hogwarts y cómo eran nuestros años allí ... Y ... Y ... "